ETA hace estallar un coche bomba en una discoteca de una localidad de Navarra
La explosión provocó daños materiales en el local y un edificio cercano, pero no causó víctimas
La explosión de una furgoneta en cuyo interior se hallaba colocada una bomba causó a las diez de la noche de ayer daños materiales en la discoteca Bordatxo, ubicada en la localidad navarra de Santesteban, a unos 60 kilómetros al norte de Pamplona. Un comunicante había anunciado a las 21.30 la colocación de la bomba en sendas llamadas telefónicas efectuadas al diario Gara y a la Asociación de Ayuda en Carretera (DYA), en las que reivindicó la autoría del hecho en nombre de ETA.
Antes de la explosión, efectivos de la Guardia Civil habían acordonado la zona y registrado el interior del local y el exterior del edificio sin resultado. Sin tiempo para más, los artificieros abandonaron el inmueble minutos antes de que, según señalaron varios vecinos que presenciaron los hechos desde sus viviendas, hiciera explosión una furgoneta que estaba aparcada en la parte posterior de la discoteca. La explosión fue de "potencia relevante", según la Delegación del Gobierno, y afectó también a una vivienda cercana a la discoteca.
Inaugurada en el año 1968, la sala de fiestas Bordatxo ocupa una extensa nave industrial de la localidad de Santesteban, de 1.500 vecinos y gobernada por Eusko Alkartasuna (EA). Ayer el local se encontraba vacío, ya que habitualmente abre sólo durante los fines de semana. El atentado no provocó daños personales, aunque sí desperfectos materiales de consideración en el muro exterior del local. La Guardia Civil mantuvo un amplio dispositivo de rastreo en la zona utilizando perros adiestrados para prevenir la posible presencia de una bomba trampa.
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