Interior activa el plan antiterrorista navideño, esta vez sin el Ejército

El Ministerio del Interior va a poner en marcha mañana un plan antiterrorista para proteger durante las navidades "los lugares con gran afluencia de ciudadanos y los puntos estratégicos de todo el país". El dispositivo es similar al del año pasado, pero sin la participación del Ejército. Un total de 40.000 policías y guardias civiles velarán para que la amenaza de un atentado, de ETA o islamista, quede sólo en eso. El ministro del Interior, José Antonio Alonso, aseguró ayer que el plan "no está vinculado a un riesgo específico y concreto".

El plan está especialmente destinado "a la vigilancia y protección de los lugares de alta concentración de personas y de los puntos estratégicos imprescindibles para el normal funcionamiento de la actividad ciudadana". Los grandes nudos de comunicaciones, las centrales de energía y de proceso y transmisión de datos, los centros comerciales ahora repletos por las compras navideñas, los lugares de ocio (desde estadios a espacios donde se celebren macrofiestas o grandes conciertos), entre otros, estarán sometidos a especial control.

Además, se prestará atención destacada a centros e instalaciones emblemáticas de cada ciudad "que puedan ser objeto de una especial afluencia de ciudadanos o que puedan ser identificados como de especial interés por los grupos terroristas para sus acciones". Esta definición abre el abanico de posibles objetivos a monumentos, museos y aquellos edificios que puedan suponer un símbolo de la ciudad, como la Giralda para Sevilla o la Alhambra para Granada.

El dispositivo es fruto de los análisis de amenaza elaborados por los servicios de Información del Cuerpo Nacional de Policía y de la Guardia Civil. El diseñado por la policía, por ejemplo, sugería la posibilidad de que ETA perpetrase atentados en Madrid o sus inmediaciones a partir del pasado puente de la Constitución, como así ocurrió. En el caso del terrorismo islamista, Alonso ha subrayado en varias ocasiones que la amenaza para España es "similar a la del resto de los países de la UE". Es decir, que existe.

No obstante, el ministro subrayó ayer, tras el acto de jura del cargo en Madrid de 39 nuevos comisarios de policía, entre ellos cuatro mujeres, que el plan "no está vinculado a un riesgo específico y concreto", sino que se enmarca dentro de "una actividad general de prevención de cualquier actividad de naturaleza terrorista".

El plan ya está parcialmente en marcha y, a partir de mañana, conllevará una intensa actividad de identificación de ciudadanos, especialmente "a la entrada de aquellos actos o acontecimientos que congreguen una elevada afluencia de ciudadanos, para evitar la presencia de personas que puedan comprometer la seguridad" e impedir "la introducción de instrumentos que puedan perturbar el desarrollo de dichos actos".

Los 40.000 agentes comprometidos en el plan por la instrucción elaborada por Antonio Camacho, secretario de Estado de Seguridad, "desarrollarán medidas de control y prevención de las instalaciones en las que se desarrollen actos en los que esté prevista la presencia masiva de personas, así como de las áreas próximas, para detectar e impedir la colocación de cualquier artefacto que pueda poner en riesgo la seguridad de los ciudadanos".