Robben tumba al Arsenal

Malas noticias para el Barça y menos inquietantes para el Real Madrid. El Chelsea y el Arsenal, sus rivales en los octavos de final de la Champions, jugaban ayer algo más que el derby de Londres. Enfrentaban dos estilos: el aguerrido del Chelsea contra el preciosista del Arsenal. Ganó el Chelsea. Y los dos equipos ofrecieron razones para el pesimismo a sus contrincantes españoles.

Gasta el Arsenal fama de equipo blando porque cuenta con jóvenes valores aún sin experiencia. En el centro de la defensa manda Senderos, un gigantón suizo, imponente por alto, pero lento. Los medios del equipo, Cesc y Flamini, manejan el juego con clase, pero aún no tienen galones ni pulmones como para unir las dos áreas y sustituir al añorado Vieira. Por eso en el Madrid saltaron de alegría cuando se enteraron de que el equipo de Wenger era su rival en octavos.

No será tan fácil: Sol Campbell, eterno lesionado, ha vuelto y ayer mantuvo firme a Drogba. El marfileño, una bala, estuvo esposado por el central de la selección inglesa. Henry y Van Persie, velocistas con zamarra de futbolista, están acostumbrados a aprovechar los espacios que quedan entre los centrales y sus porteros. Ni Makelele, ni el agresivo Essien, ni Carvalho, los reputados perros de presa del Chelsea, fueron capaces de frenarles: al holandés le anularon un gol por un fuera de juego más que dudoso y al francés sólo le sobró un centímetro para encontrar la portería y no el poste. Suficiente para que Pavón y Helguera, los centrales del Madrid, no se confíen. Insuficiente para ganar al Chelsea.

El equipo entrenado por José Mourinho busca aún el equilibrio. De un lado de la balanza, la potencia de su centro del campo, agresivo y trabajador, la lanzadera de tres tipos veloces y habilidosos: Cole, Drogba y Robben, el mejor ante el Arsenal. Del otro, la defensa y su portero, Cech, casi insuperables. En medio, lo que falta, es buen juego. Que el equipo de más de cuatro pases seguidos y se guste. Que aproveche la calidad de Lampard y Robben. Que juegue con brillantez. Pero, sin todos eso, el Chelsea es líder indiscutible de la Premier. Casi siempre gana. Y con la misma receta y los mismos defectos eliminó al Barça el año pasado.