Racing y Málaga, tablas entre expulsiones
La antítesis del fútbol cobró forma en Santander. Con cinco expulsados, tres por roja directa, y nueve tarjetas amarillas, Megía Dávila desdibujó lo que en teoría era un partido de fútbol y acabó en guerra de guerrillas. El colegiado madrileño sembró de tarjetas las filas del Racing y del Málaga, que empataron entre empujones y zancadillas.
Lo que no hicieron los futbolistas lo hizo Megía. El monzón de amonestaciones que sacudió el Sardinero rompió el ritmo del juego, que simplemente no existió en el segundo tiempo. Y eso que el árbitro perdonó la segunda amarilla a Moratón y que en el minuto 20 no sancionó un penalti de Regragui sobre Edgar. Poco después echó al primero de la tarde, Anderson. Los demás cayeron como fruta madura, uno detrás de otro, en los últimos 45 minutos.
RACING 1 - MÁLAGA 1
Racing: Aouate; Pinillos, Moratón, Neru, Regragui (Aganzo, m. 46); Casquero, Vitolo; Raúl (Antonio Tomás, m. 69), Melo, Serrano (Jonatan, m. 58); y Antoñito.
Málaga: Arnau; Gámez (Pina, m. 68), Navas, Fernando Sanz, Alexis; Gerardo, Anderson; Edgar, Hidalgo (Usero, m. 72) Nacho; y Salva (Morales, m. 72).
Goles: 0-1. M. 39. Salva asiste de cabeza en el área a Navas, que marca a bocajarro. 1-1. M. 45. Casquero se revuelve en el balcón del área y dispara ajustado a la cepa del poste derecho.
Árbitro: Megía Dávila. Amonestó a Salva, Moratón, Jonathan, Casquero y Pina. Expulsó por doble amarilla a Anderson (m. 22) y Gerardo (m. 78), y por roja directa a Vitolo (m. 65), Pinillos (m. 70) y Aganzo (m. 71).
13.000 espectadores en el Sardinero.
El Racing llevó la iniciativa con escaso peligro hasta que las tarjetas encendieron el partido. Las internadas de Raúl hacían pupa por el arcén derecho y entre Vitolo y Casquero borraban a los centrocampistas malagueños. Entonces empezó el espectáculo, y Megía mandó a la ducha a Anderson. Los montañeses, ajenos al chaparrón que también les iba a caer, se frotaron las manos. Antoñito se reencontró, y Casquero empató al filo del descanso.
El Málaga, que se contentaba con un puntito, juntó líneas y se parapetó a la espera de otro obsequio. En el minuto 65 se equilibraron las fuerzas cuando Vitolo vio la roja directa tras cortar por lo sano una incursión de Salva. Como era el último defensa, la cosa no escandalizó. Seis minutos después, sin tiempo para reponerse, Megía echó a Pinillos y Aganzo. En un visto y no visto, el Racing se vio con ocho jugadores. Ejerciendo de sheriff antes que de árbitro, Megía Dávila dejó a todos desquiciados.
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