Una cuidadora contratada que no llega

La situación de esta familia, denunciada desde hace más de un año, motivó que el alcalde de Calp, Javier Morató, se interesara por el caso e interviniera, hasta el extremo de que el Ayuntamiento decidió contratar a una educadora.

"El alcalde se ofreció para ayudar a resolver la situación sobre el cuidador de nuestra hija, y se comprometió a contratar a cargo del Ayuntamiento a una persona para atender la niña". "Sin embargo, ésta no pudo llegar al centro por la falta de la correspondiente autorización de la Generalitat", recuerdan los padres.

"La Consejería impuso una serie de condiciones para poder permitir que la persona contratada por el Ayuntamiento pudiera realizar su cometido, para atender a María y a otros tres o cuatro niños del colegio que también necesitan cuidados especiales".

Ahora sólo hay una cuidadora durante unas horas a la semana que atiende a María y a otros cuatro menores de este colegio público. Los padres de la escolar reconocen el esfuerzo y la dedicación de algunos profesores de este colegio, pero insisten en que se debe contratar a una persona especializada que garantice la atención a su hija durante los recreos, en gimnasia y para ir al cuarto de baño.

Durante las últimas semanas, la niña ha sufrido varias infecciones de orina y su estado de salud se ha agravado. Las cosas se complicaron para la familia. La madre de la escolar cayó enferma y fue ingresada en la Clínica San Carlos de Dénia, y el padre tuvo que hacer usos de permisos extraordinarios en su trabajo para atender a su esposa en el hospital, a otro hijo de cuatro años y a María, acudiendo al colegio cada vez que la niña precisaba cuidado.

Este no es un caso aislado. Según denuncian los directores de los centros, la falta de coordinación entre las diferentes consejerías implicadas dificulta buscar una solución rápida y eficaz para atender a estos alumnos.