El caso de los Gale
Los Gale, una pareja británica, decidieron hace cinco años jubilarse y retirarse a la cálida costa mediterránea. Vendieron todas sus pertenencias -regentaban un bar de su propiedad- y con las ganancias se compraron en 2001 una parcela de unos 2.300 metros cuadrados, que incluía un adosado de 90 metros, jardín y piscina, en Benissa (Alicante).
William y Sonia Gela encontraron su rincón ideal en un paraje que se conoce como el Racó de Galeno hasta que en 2002 una promotora inmobiliaria presentó en el Ayuntamiento un PAI (Programa de Actuación Integrada) sobre una superficie de 250.000 metros cuadrados para edificar adosados. Al matrimonio, que había invertido unos 120.000 euros en la compra de esta propiedad, le notificaron que su parcela estaba afectada por el PAI y que debían pagar 42.500 euros en concepto de gastos de urbanización y perder unos 800 metros cuadrados de su terreno porque por allí estaba previsto un vial o cualquier otra dotación pública. "En poco más de 20 días, los Gale se vieron obligados a hacer frente a una situación muy difícil", explica Jaume Sendra, abogado y miembro del equipo jurídico de Abusos Urbanísticos, No.
El caso está ahora en el Tribunal Superior de Justicia valenciano, la casa de los Gale rodeada de excavadoras y grúas y William, en tratamiento por depresión, a la espera de la decisión de los tribunales.