Planes con golf

Como todo el mundo sabe, la planificación y ordenación del territorio es competencia de las diferentes administraciones y supone la dotación de servicios públicos esenciales para la vida en comunidad, como son el alumbrado y el alcantarillado, y también la atención sanitaria y otros servicios sociales. Estos servicios los financiamos todos/as a través de nuestros impuestos y son gestionados por los poderes públicos debiendo responder a las necesidades de la población, y no a otros criterios.

Es por ello que observamos con creciente alarma e indignación noticias como la que nos informa de la decisión del Consell, a través de la LOT, de eximir a los promotores de la obligación de ceder terreno para equipamientos públicos. ¿Cómo es posible semejante desatino viniendo como viene de los poderes públicos?

La especulación inmobiliaria es un fenómeno perverso que no cesa de atentar contra el patrimonio cívico y público. Hoy en día no se hace un PGOU sin que incluya en sus planes uno o varios campos de golf y una o varias urbanizaciones y hoteles de lujo.

El territorio es patrimonio público y los servicios los pagamos todos. Pongamos freno a la corrupción y especulación inmobiliaria exigiendo a los poderes públicos que protejan efectivamente el derecho colectivo a disfrutar de un patrimonio público adecuado para atender a las auténticas necesidades e intereses de la población (y no a otros).