Las alertas causan atascos en Madrid y afectan a 10 vuelos en Santander

Los conductores que ayer trataban de entrar o salir de Madrid por las carreteras en las que ETA colocó cinco bombas se vieron atrapados en aparatosos atascos que, sin embargo, se disolvieron rápidamente. La hora fijada para la explosión (las tres de la tarde) y el escaso tráfico que había ayer en Madrid debido al puente hicieron que la repercusión fuera mínima, según reconoció ayer la Dirección General de Tráfico (DGT). En Santander, 10 vuelos sufrieron desvíos, cancelaciones y retrasos durante las más de tres horas en las que el aeropuerto de la ciudad permaneció cerrado ante el aviso de un ataque con granadas que no se sustanció.

La Agrupación de Tráfico de la Guardia Civil y el Cuerpo Nacional de Policía tuvieron tiempo de cortar las autovías en las que fueron colocadas los explosivos. Eso motivó que algunos vehículos quedaran retenidos hasta que fue levantado el cordón de seguridad, tras explotar los artefactos.

La autovía de A Coruña (A-6) sufrió tres kilómetros de retenciones en el término municipal de Las Rozas, entre los kilómetros 14 y 17 en sentido salida de la capital. Idénticas retenciones se produjeron en los carriles de entrada a Madrid. La autovía de Barcelona (A-2) tuvo otros tres kilómetros de entrada y salida a la altura de San Fernando de Henares. En ambas vías, el tráfico no pudo ser desviado por vías alternativas, según la DGT.

La autovía de circunvalación M-40 registró dos puntos conflictivos: en los kilómetros 44 y en el 56,400. Los atascos en ambos puntos fueron mínimos, ya que la carretera quedó completamente despejada debido a que el tráfico fue desviado por vías alternativas, como la carretera de Colmenar Viejo. Las otras dos vías de circunvalación, la M-50 y la M-45, tuvieron uno y dos kilómetros de retención, a la altura de los municipios de Getafe y Coslada, respectivamente.

Helicópteros

Los helicópteros de Tráfico sobrevolaron en todo momento las zonas de los atentados e informaron puntualmente a la sala de control. La última vía que abrió al tráfico fue la M-40, a la altura del kilómetro 56,400. Fue sobre las cinco de la tarde. La circulación quedó normalizada en menos de un cuarto de hora.

La situación vivida ayer contrasta con la sufrida por los madrileños en el anterior puente de la Constitución. La banda terrorista ETA hizo explosionar sobre las 18.30 del 3 de diciembre de 2004 cinco artefactos en otras tantas gasolineras. Una hora antes fueron cortadas las autovías. En esos momentos, decenas de miles de ciudadanos salían en sus vehículos particulares para iniciar el largo puente. Las carreteras estuvieron cortadas durante casi dos horas, provocando un enorme caos circulatorio. La normalidad se reinstauró a las 20.15.

Información elaborada por F. Javier Barroso, Susana Hidalgo, Mikel Muez y Jorge A. Rodríguez.