La Bolsa de Nueva York y ArcaEx aprueban la fusión

Los socios que integran la Bolsa de Nueva York (NYSE), sociedad que gestiona el mercado de valores neoyorquino, se disponían ayer a aprobar la compra del mercado electrónico independiente Archipelago (ArcaEx) para integrarlo en su estructura. La fusión supone un cambio histórico del parqué neoyorquino, el pilar central del sistema financiero de Estados Unidos, y abre la puerta grande a la introducción del sistema electrónico de transacciones bursátiles para competir con el Nasdaq y otros mercados internacionales.

Tras la fusión, que se anunció en abril pasado, la empresa resultante empezará a cotizar en Wall Street (mercado que ella misma gestiona y en el que cotizan las mayores empresas del mundo). Mientras tanto, ArcaEx, con sede en Chicago, es la tercera mayor bolsa electrónica de EE UU.

La fusión pondrá fin a una forma de propiedad del parqué neoyorquino que data de 1792, cuando 24 brokers se pusieron de acuerdo para crear los cimientos de lo que se convirtió en el mayor mercado bursátil del mundo. Ahora, el NYSE está integrado por 1.366 miembros o socios, que deben decidir la fusión. El voto debía producirse tras el cierre de Wall Street. En las horas previas se daba por descontado que contaría con el apoyo del 90% de sus miembros. El resultado definitivo se anunciará hoy, según fuentes del NYSE.

El día previo al voto, el NYSE llegó a un acuerdo con los miembros disidentes que se opusieron en su día a esta transacción. Al frente del grupo rebelde estaba el magnate Kenneth Langone, que se mostró muy descontento con los detalles de la absorción y con el papel que estaba jugando el banco de inversiones Goldman Sachs, que cuenta con consejeros en el NYSE y en ArcaEx.

La operación traerá grandes cambios técnicos. En las transacciones que se realizan a diario en el NYSE prima el factor humano. Pero su actual consejero delegado, John Thain, insiste en que la apuesta por el sistema electrónico es necesaria para responder a las necesidades de los clientes. Así, tras la integración de ArcaEx, el NYSE pasará a ser un mercado híbrido que combinará las operaciones realizadas por los agentes de corretaje con las transacciones electrónicas. Una transformación que crea ansiedad entre algunos agentes, que temen perder su trabajo.