Los vecinos critican la visibilidad en el tramo férreo de Agua Amarga

El accidente mortal de cuatro obreros de Murcia al ser arrollada su furgoneta el lunes en un paso a nivel sin barreras de la línea de cercanías Alicante-Murcia se produjo en las inmediaciones del punto donde hace tres años otro tren atropelló a tres personas que participaban en una excursión nocturna. En aquella ocasión, y ayer, los vecinos de la zona denunciaron el peligro de ese tramo debido a la escasa visibilidad.

Los residentes en la partida de Agua Amarga, un espacio ocupado por instalaciones industriales que se extiende desde el sur de Alicante hasta la pedanía ilicitana de Torrellano, además de denunciar el peligro que reviste ese tramo de la red ferroviaria, reclamaron de nuevo la supresión de los pasos a nivel.

Ayer mismo, la ministra de Fomento, Magdalena Álvarez, afirmó que el Gobierno ha eliminado desde que comenzó la legislatura 363 pasos a nivel, "con lo que se está cumpliendo el plan" que se marcó el ministerio. En la misma línea que la ministra, la subdelegada del Gobierno en Alicante, Etelvina Andreu, recordó que el Ejecutivo tiene prevista una inversión de cinco millones de euros hasta 2006 para eliminar pasos a nivel en el entramado ferroviario de Alicante.

Renfe rechazó las críticas de los vecinos y aseguró que el punto donde está ubicado el paso a nivel, pese a no ser completamente recto, "tiene la suficiente visibilidad para observar la llegada del tren con tiempo".

A la espera de los resultados de la investigación, que dirige el Juzgado de Instrucción número 8 de Alicante, la compañía ferroviaria, a través del ente Adif (Administrador de Infraestructuras Ferroviarias) achacó el accidente del lunes, en el que fallecieron cuatro obreros, a una "imprudencia del conductor del vehículo. "El paso a nivel está perfectamente señalizado y el tren circulaba a una velocidad adecuada [90 kilómetros a la hora]. Está claro que el conductor, no sabemos porqué motivo, no respetó las señales", señalaron ayer desde el gabinete de prensa de Adif.

Esas fuentes confirmaron que el maquinista observó la presencia del coche sobre la vía antes del impacto e hizo sonar el claxon, "aunque es una maniobra normal", puntualizaron.

Etelvina Andreu quiso mostrarse prudente a la espera de las conclusiones definitivas de la investigación, pero también apuntó a un "error" del conductor como posible causa del trágico siniestro. "Todo indica que el vehículo ocupó la vía de forma indebida, con escaso margen de tiempo para acabar de cruzarla antes de la llegada del tren", explicó Andreu.

El convoy -integrado por una locomotora y tres vagones con 40 viajeros- arrastró al vehículo a lo largo de la vía unos 350 metros. Uno de los ocupantes de la furgoneta salió despedido a unos 150 metros. Los otros tres fueron rescatados por los bomberos del interior del vehículo, un amasijo de hierros. Los cadáveres estaban destrozados debido al brutal impacto. Ninguno de los viajeros del tren sufrió heridas.

Los cadáveres de las cuatro víctimas permanecían ayer en el tanatorio la Siempre Viva de Alicante a la espera de la autopsia, que se practicará hoy. El Ayuntamiento murciano de Bullas ha decretado tres días de luto en señal de duelo.