Antigüedades para la clase media
Los clientes del Salón de Anticuarios de Sevilla, que se celebra hasta el domingo, han cambiado en la última década
Lola Díaz y José Manuel Montero son pareja, profesores de instituto y viven en Dos Hermanas (Sevilla). Ninguno de los dos pasa los 35 años y aún están pagando la hipoteca de su piso de 80 metros cuadrados. Esta pareja representa a la media de los andaluces que adquieren antigüedades, aunque tengan que abonarlas en varios plazos.
"El tipo de clientes que se interesa por el mercado de las antigüedades ha cambiado totalmente en la última década. La mayoría son parejas jóvenes de clase media que quieren tener una buena pieza por la que suelen pagar entre 1.000 y 5.000 euros. Generalmente es un mueble para un sitio central de su casa; aunque el resto del mobiliario sea de Ikea", comenta Antonio Morales, presidente de la Asociación de Anticuarios de Andalucía.
Lola y José Manuel visitaron ayer el 9º Salón de Anticuarios de Sevilla, que se celebra en las Naves del Barranco -junto al puente de Triana- hasta el próximo domingo. Este mercado, en el que participan 11 comerciantes de Cádiz, Sanlúcar, Jerez, Ronda, Málaga y Sevilla, reúne piezas desde el siglo XV al XX. Además de los muebles, pinturas, esculturas y cerámicas, pueden admirarse joyas, mantones de Manila, abanicos, trajes, monedas, tallas de marfil y un sinfín de objetos que podrían estar en cualquier museo de artes decorativas.
En el Salón de Anticuarios, que este año se ha comprimido para ocupar la nave municipal de vidrio y hierro, pueden encontrarse piezas tan singulares como los dos relicarios del siglo XVII que proceden de un palacio de Úbeda (Jaén) y contienen -cada uno- reliquias de 32 santos. En los minúsculos cartelitos que acompañan a trozos de huesos puede leerse los nombres de Honorato, Máxima, Fulgencia, Inocencio o Aurelia la Grande. La pareja cuesta 12.000 euros.
"Son piezas muy curiosas porque además de las reliquias tienen sellos pontificios y la representación de dos mártires en cera policromada, algo que yo no había visto nunca antes", explica el anticuario sevillano Pedro Montelongo.
La pintura costumbrista del siglo XIX es, como en la mayoría de estas citas, la gran protagonista y la que más se cotiza. En el negocio de José Muñoz, de Ronda (Málaga), puede admirarse una pareja de óleos del sevillano Andrés Cortés con escenas de cocina. Su precio es de 90.000 euros, el mismo que alcanza otra pareja de escenas costumbristas del también sevillano Manuel Cabral Bejarano, que se encuentra en el espacio del anticuario de Sanlúcar José Ángel Quirós.
"Lo que más demandan nuestros clientes son los muebles ingleses, franceses y alemanes, especialmente cómodas, bargueños y mesas. En cuanto a pintura siempre tiene mucha aceptación la del XIX de artistas andaluces costrumbristas y, en la última década, vuelve a venderse más la pintura religiosa", explica Antonio Morales, presidente de la asociación y responsable del stand Lola Ortega en la feria.
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