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Análisis:ESTA SEMANA
Análisis
Exposición didáctica de ideas, conjeturas o hipótesis, a partir de unos hechos de actualidad comprobados —no necesariamente del día— que se reflejan en el propio texto. Excluye los juicios de valor y se aproxima más al género de opinión, pero se diferencia de él en que no juzga ni pronostica, sino que sólo formula hipótesis, ofrece explicaciones argumentadas y pone en relación datos dispersos

Un acuerdo contra el desmarque

La confluencia de PSOE e IU en torno a las propuestas de reforma del Estatuto andaluz, referidas a la financiación y las competencias contrasta, notablemente, con el desacuerdo que se evidencia cada día que pasa con el PP y con la indiferencia, parece, del PA. Socialistas e izquierdistas han cerrado con más facilidad de lo que podría parecer un acuerdo al que todavía podrían incorporarse los andalucistas una vez definan, con más nitidez, si cabe, su posición con respecto a este proceso. Ahora, la clave está en comprobar si hay margen para que se abra camino un entendimiento con los populares poco dados, desde luego, a visualizar en Andalucía convergencias con el PSOE que pondrían en cuestión la estrategia de total confrontación puesta en marcha por la dirección nacional de su partido a propósito del debate territorial suscitado.

Aun así, en el PP andaluz advierten, una y otra vez, que nadie les va hacer salir de la ponencia encargada de los trabajos de reforma en el Parlamento Andaluz. No se van a salir nunca, precisan, pero no tienen remilgo alguno en poner excusa tras excusa para no ir más allá en el camino ya iniciado. En efecto, puede que nadie les obligue a marcharse pero puede ocurrir que, al final, sean ellos mismos los que se marchen con tal de no adquirir mayores compromisos. El argumento de que no se puede concretar nada en el proyecto de Estatuto a la espera de lo que ocurra en Cataluña, y ahora, también, en el País Vasco, ha provocado que se recrudezcan las críticas hacia ellos. Pero nada de esto parece importarles aunque de continuar esta tendencia al desmarque puede que la ciudadanía andaluza no lo entienda y se lo haga pagar bien caro en las urnas.

Tampoco están las cosas para que la Junta choque frontalmente con el Gobierno "amigo" y el PSOE federal a cuenta de la reivindicación de las competencias. El presidente andaluz, Manuel Chaves ya ha advertido que la vía del 150.2 de la Constitución puede ser buena para que acaben en manos de la Junta determinadas materias como los puertos, aeropuertos y la Confederación Hidrográfica. En Madrid miran con recelos esta iniciativa. Con todo, piensan que el acuerdo llegará plasmando esas competencias no a través del Estatuto si no por medio de una Ley Orgánica. En todo caso, no habrá choque de trenes, avisan.

De igual modo, ha llegado el momento de la concreción por parte de los andalucistas. Ya tienen modelo propio de Estatuto, pero, tal vez, no la suficiente tranquilidad interna como para imprimir un ritmo adecuado y decidido en torno a unos trabajos en donde el PA podría encontrar la oportunidad que buscan sus nuevos dirigentes para hacerse con un espacio adecuado en el debate político andaluz. Los líos les persiguen. Esta semana, el alcalde de Utrera (Sevilla), Francisco Jiménez, presentará un recurso ante la Comisión de Garantías de su partido por ser descabalgado de las primarias y no poder aspirar a la candidatura a la presidencia de la Junta con Julián Álvarez, el secretario general. De fondo, otra vez, discrepancias con el censo, fuente de continuos problemas.

Mientras tanto, Pedro Pacheco se mueve con rapidez para fraguar una alternativa al PA. Continúan los contactos con todos aquellos que quedaron descarrilados tras el congreso de Torremolinos pero lo cierto es que esos afectados han quedado con tan pocas fuerzas que ni siquiera ahora tienen capacidad para constituir una masa crítica contra la dirección actual del partido. Los acontecimientos les son favorables como ocurre con la condena por corrupción contra Carlos Fernández, en Marbella, pero ni por esas consiguen poner en dificultades a Álvarez.

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