Al fin llegó la subida de tipos
Ni los editorialistas de la prensa nacional o internacional, ni la oposición más o menos velada de los Gobiernos de la Unión consiguió que Jean Claude Trichet (presidente del Banco Central Europeo) desistiera de su propósito de subir los tipos de interés. Ahora el tipo al que se prestan euros entre sí los bancos para un plazo de un día es el 2,25% en lugar del 2% anterior.
¿Cómo va a afectar a los fondos de inversión una medida así? Probablemente la parte más importante del efecto sobre los fondos se haya producido ya. Es lo que tienen los mercados financieros, que se anticipan (o descuentan) los acontecimientos futuros, en unas ocasiones gracias a una cuasi magia que nadie sabe explicar muy bien en qué consiste y, en otras, porque se ha hablado tanto del hecho futuro que ya todo el mundo ha tomado las medidas para adaptarse.
Cuando suben los tipos de corto plazo, los fondos más directamente afectados, en principio, son los monetarios, ya que sus inversiones se concentran en plazos que van desde un día hasta 18 meses. La expectativa de subida de tipos ha hecho que ya hayan ido entrando en sus carteras letras del Tesoro a tipos de interés más altos y, a la vez, acumulando pequeñas minusvalías por causa de las letras emitidas anteriormente que ya tenían en la cartera. Por eso, la rentabilidad promedio mensual de los fondos monetarios que se distribuyen en España ha descendido del 0,11% de diciembre del año pasado al 0,09% del mes de noviembre que acaba de terminar.
Lo cierto es que se esperaba que esta subida de tipos se hubiera producido mucho antes. De hecho, desde comienzos de 2004 (cuando había quedado más o menos claro que la amenaza de deflación de la que se había estado hablando a mediados de 2003 no tenía visos de materializarse), los comentarios sobre una eventual subida de tipos han estado apareciendo y sumergiéndose de manera alternativa. Y es ahora, cuando el Banco de Inglaterra ya dio por concluida su tanda de subida de tipos de interés, y mientras se ve cada vez más próximo el momento en que la Reserva Federal interrumpirá las suyas, cuando el BCE inicia una política monetaria más restrictiva que no está nada claro que vaya a producir buenos resultados.
Tras la eurozona, sólo queda otro área significativa donde los tipos de interés aún no han comenzado a subir: Japón. Y no porque el Banco de Japón no haya anunciado su intención de terminar con la política de tipos de interés nulos que ha venido aplicando durante años, sino por el Gobierno japonés que se ha opuesto expresamente a la eventualidad de una subida (es más, el presidente del partido en el Gobierno ha llegado a advertir al banco que si sube los tipos prematuramente corre el riesgo de perder la independencia que le confiere su estatuto).
Los fondos de inversión de renta fija a largo plazo se verán beneficiados por esta medida del BCE si, como es de prever, la inflación continúa bajo control y los tipos de largo plazo reinician su bajada (algo que ya hicieron en EE UU tras las primeras subidas de tipos).
Juan Ignacio Crespo es director general de Finanduero.
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