"Queremos una ley de financiación universitaria"

Clara Alonso se declara una mujer de izquierdas. Forma parte de una coordinadora de asociaciones de estudiantes. Un espacio que define como "plural". Desde abril del año pasado es la presidenta de la Delegación de Alumnos de la Universidad Complutense de Madrid, la que más estudiantes tiene en la región.

Dice que su función es la "representación estudiantil". Desarrolla trabajos sobre política educativa, legislación educativa, así como labores de política cultural y política social. A sus 21 años, parece una alumna como las demás, con su pelo tintado de rojo y su piercing en un labio que se mordisquea nerviosamente durante la entrevista. Pero desde el principio quiere que quede claro que sabe de lo que habla y que domina la materia.

"Yo tengo 21 años. ¿Por qué no puedo adquirir ya un abono joven de transportes?"

"La LOE ha avanzado respecto a la LOGSE, pero hay cosas por cerrar"

Las becas de excelencia son una fórmula de financiar a la universidad privada"

Va directa a uno de los temas más candentes de la actualidad después de que un sector de la derecha y la Iglesia hayan salido a la calle a protestar por la nueva ley de educación del Gobierno de Zapatero. "La LOE ha avanzado en comparación con lo que fue la LOGSE, aunque aún hay muchísimas cosas por cerrar", asegura Alonso, que también quiere hacer su propio análisis político de por qué los padres católicos, el PP y la Conferencia Episcopal apoyaron esa manifestación: "Se ha generado un conflicto que, en parte, viene articulado por la coyuntura política actual".

Pero no todo es defensa de la política educativa del Gobierno. "En cuanto a la política educativa de Zapatero, creo que no existe un modelo de educación y, en concreto, tampoco hay un modelo de Universidad. Considero que la LOU no soluciona el problema de la carrera docente, ni el de la democracia en la Universidad, ni se cumple una de las reivindicaciones más importantes que hacemos: que exista una ley de financiación de la Universidad pública. En el año 2001, el partido socialista se comprometió a hacerla y creo que es un instrumento importantísimo que ha de llevarse a cabo".

Para Alonso, el hecho de que asociaciones como Hazteoír y el Foro de la Familia hayan decidido salir a manifestarse en contra del Gobierno central obedece a "un contexto político que nace con el asunto de la ley de los matrimonios homosexuales y que se sigue desarrollando hoy día". La presidenta de la delegación de alumnos cree que la enseñanza debe ser "pública, laica y de calidad", y cree que esta manifestación ha sido "disparar contra el Gobierno por disparar".

Después de que la presidenta regional, Esperanza Aguirre, presentara un proyecto de presupuestos de la Comunidad de Madrid en los que se prevé una inversión de 1.000 millones de euros para la Universidad, la presidenta de la delegación de alumnos tiene una visión bastante catastrofista de la política educativa del PP en la Comunidad. "Es un escándalo, sobre todo en la Universidad pública, que está infrafinanciada por la Administración. Eso conduce a que existan problemas de masificación; que haya problemas de movilidad de alumnos". Y añade: "En concreto, en la Comunidad de Madrid creo que Esperanza Aguirre no tiene ningún interés por la Universidad pública. La prueba la tenemos en el último plan de financiación que ha planteado y que tiene un crecimiento cero".

Otra de las cuestiones en las que Alonso critica al Gobierno regional tiene que ver con las becas de estudios. "En la Comunidad de Madrid no se dan becas", se queja Alonso. "Se eliminaron las llamadas ayudas compensatorias hace dos años y ahora mismo lo que existe son unos premios, una especie de becas de excelencia, que se les dan a los mejores alumnos". Para la representante de los estudiantes de la mayor universidad de Madrid, "todo el presupuesto de becas de la Comunidad se destina a este tipo de ayudas". Y cree que se debería volver a ofrecer las llamadas becas compensatorias, "que son en realidad las que los estudiantes necesitan para que el sistema sea realmente igualitario".

Para Alonso, el sistema de ayudas de la Comunidad podría estar escondiendo cierta forma de financiar a las universidades privadas desde la Administración. "Las becas de excelencia se podría decir que suponen una fórmula subrepticia de financiar a la Universidad privada, puesto que se le pueden dar tanto a un chaval que estudie en la Universidad pública, como a otro que esté haciendo ICADE, por ejemplo", asegura.

Esta estudiante de cuarto de Periodismo dice que es muy complicada la vida de los estudiantes en la capital, "donde todo es carísimo". Aunque nació en Córdoba, no tiene apenas acento. Lleva cuatro años en Madrid y se queja de que los alquileres son caros y "para un tipo de viviendas" por las que en su ciudad se pagaría mucho menos.

Comparte piso en el barrio de Chueca con su mejor amiga, otra estudiante de periodismo. "En ese sentido, he tenido mucha suerte". Y reivindica, por ejemplo, que el abono transportes joven pueda tenerse hasta los 26 años. "Yo tengo 21. ¿Ya no soy joven?", se pregunta.

Clara Alonso es muy crítica también con otro de los aspectos que la presidenta regional destacó en la presentación de los presupuestos de la Comunidad. Según Aguirre, el presupuesto para becas Erasmus se ha cuadruplicado. "La realidad es que ahora mismo sólo pueden irse con una beca Erasmus aquellos que pueden pagárselo. La ayuda, finalmente, es de 96 euros al mes, que son entre el 8% y el 10% de los gastos de cualquier estudiante en el extranjero".

Para Alonso, ahora mismo en Madrid este tipo de becas genera dos clases de estudiantes: "El que se lo puede pagar y se va a estudiar a una universidad extranjera, y el que no puede marcharse o, si se marcha, sabe que tendrá que trabajar, estudiar y vivir prácticamente en unas condiciones infrahumanas en cualquier país". Desde su posición de representante estudiantil, reclama que "suba la cuantía de esas becas y no el número de las que se otorgan".

Pese a la presencia de Esperanza Aguirre en la manifestación en contra de la LOE y las declaraciones de la presidenta a favor de la calidad de la educación pública, Alonso cree que "Aguirre practica una política enfocada a que la educación pública en la Comunidad de Madrid sea cada vez menos válida y dé peor calidad. Tanto en primaria, en secundaria como en la Universidad, Aguirre no quiere que la educación pública sea de calidad".

De la Universidad madrileña, Alonso piensa que "existe un fenómeno que se llama titulitis", pero es una ferviente defensora de que todo aquel que quiera estudiar una carrera tenga la posibilidad de poder hacerlo. Se queja, en este sentido, de la subida anual de las tasas universitarias. "Los estudiantes demandamos una congelación de tasas. Este año su precio ha subido por encima del índice de precios al consumo".

El consejero de Educación, Luis Peral, realizó este año una prueba a los alumnos de educación secundaria para que tanto los profesores como los padres de los estudiantes tuvieran una evaluación de sus conocimientos. Este empeño de la Comunidad de Madrid tampoco le parece a la delegada de la Complutense una buena política. "Hay un grave problema en secundaria, pero me parece que, antes de valorar la calidad de los estudiantes, debería valorarse qué se enseña en los institutos y en los colegios, cómo son los profesores, hacer un control de la calidad docente", afirma la estudiante.

El fenómeno de la inmigración en Madrid es aún incipiente como para que haya llegado con fuerza a la Universidad madrileña, el hábitat en el que mejor se mueve Alonso. Pero en los ciclos inferiores (primaria y secundaria) sí ha calado con fuerza. "Se generan guetos, por ejemplo, en las aulas de enlace", afirma Alonso.

"Creo que en Madrid no se entiende el fenómeno de la interculturalidad y lo que eso puede aportar a cualquier niño en un aula. Sin embargo, la Comunidad de Madrid está generando que los colegios públicos se llenen de inmigrantes. Se hace todo lo posible por la no integración cuando esos niños tienen mucho que aportarse unos a otros", dice Alonso.

Y demuestra su capacidad de analizar los problemas aportando posibles soluciones que amortigüen el problema de la inmigración en la escuela: "Exigir que los colegios concertados tengan un cupo de niños inmigrantes podría ser una buena medida". Eso sí, con un compromiso de financiación por parte de las administraciones.

En cuanto al futuro, cree que "la situación de los becarios en muchas empresas es muy precaria". "Y visto el sector en el que quiere trabajar, reclama soluciones para algo que, casi con toda seguridad, le tocará vivir", concluye.