Un puente de nieve

"Esperamos un arranque de la temporada de esquí que hará época". El optimismo de Joan Alsina, director de la Asociación Catalana de Estaciones de Esquí y de Montaña (Acem), aumentó aún más con las nevadas que cayeron ayer en el Pirineo y que incrementaron en unos 30 centímetros los grosores de medio metro de nieve existentes en la mayoría de las pistas de esquí.

Todo está a punto para el comienzo de la gran temporada blanca que se inaugura de manera masiva a partir de hoy y hasta el próximo 11 de diciembre en el puente de la Constitución y de la Purísima, el más largo de los últimos años. Las perspectivas del sector son muy optimistas para la primera semana estrella del año de esquí, cuya facturación prevé que sea entre el 13% y el 17% de la temporada. La cifra de negocio anual supera en Cataluña los 300 millones de euros.

Hace una semana ya abrieron sus pistas Baqueira Beret, La Molina, La Masella, Vallter 2000, Boí Taüll y Port Ainé. Y este fin de semana inauguran el curso el resto de las estaciones de esquí catalanas a excepción de Espot, cuya apertura está prevista para Navidad. En Andorra, Grandvalira y Vallnord lo hicieron el jueves.

Mientras cerca del millón de esquiadores catalanes han terminado de poner a punto todo el material, las estaciones de esquí lo tienen todo preparado. No hay temores por falta de nieve y sólo el mal tiempo podría pasar factura a los centros invernales.

"El frío nos ha permitido fabricar mucha nieve", explicó ayer Joan Anton Font, director de La Molina, en el Pirineo oriental. "Esperamos una asistencia masiva", precisó. De cumplirse las previsiones, Font no tiene reparos en apuntar que la facturación será del orden del 15% de lo que la estación registra en toda la temporada.

Boí Taüll, en el Pirineo occidental, cifra la asistencia a sus pistas de unos 12.000 esquiadores durante este puente, en una previsión anual que los gestores de Boí han cifrado en 160.000. "Será una gran semana del esquí", dijo Jordi Sabatés, consejero delegado de Boí Taüll Resort. Sabatés aún va más allá en sus previsiones: "Si se mantiene el frío y la nieve hasta final de mes, diciembre se cerrará con el 30% de la facturación del curso".

Otro destino son las pistas de Andorra. Maite Núñez, directora de mercadotecnia de Grandvalira, explicó que la gran afluencia de esquiadores se producirá entre el 8 y el 11 de diciembre. Grandvalira, surgida hace dos años de la unión de Pas de la Casa-Grau Rois y Soldeu el Tarter, ha ampliado su dominio esquiable hacia Francia con el enlace al dominio de Porte de Neige, completando la mayor zona de esquí del Pirineo.

La ocupación hotelera en el Pirineo para el largo puente oscilará entre el 80% y el 100%. "El frío y la nieve han animado a la gente, que se han apresurado a hacer sus reservas", señaló un portavoz del Patronato de Turismo de Lleida.