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Columna
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Outreau

Acaba de concluir en Francia el llamado Proceso de Outreau. Uno de los mayores escándalos judiciales en ese país. Acusados de pederastia han sido declarados inocentes, cinco años después de iniciarse este proceso. Ministro de Justicia, Fiscal y Estado han pedido perdón. Los perdonados han perdido su trabajo, sus familias, han pasado tres años en prisión. Uno de ellos se ha suicidado. Ha sido un escándalo tan grave que se ha decidido iniciar una investigación. Se quiere saber si han existido responsabilidades administrativas. Se quiere sancionar a los magistrados "si se han dado errores de apreciación". Es un escándalo que trae a la memoria otro. Ocurrió en Sevilla. Fue el caso Arny. Se acusó de corrupción de menores a un elevado número de personas. Lo hacían con ellos. Al igual que en Francia, sólo unas pocas fueron condenadas. Las demás, inocentes. Nadie pidió perdón. Nunca se inició una investigación para determinar si existieron errores en la investigación. Tampoco se dijo si los errores fueron de la instrucción o de la fiscalía. Los inocentes, una vez dictada sentencia, pasaron a la clandestinidad. Se hizo el silencio.

Hoy, algunos años después, viene a la memoria aquel caso. No sé qué habrá sido de aquellos acusados inocentes. Si habrán, o no, rehecho sus vidas. Ojalá que haya sido así. La Justicia, observo que no. Cada día se conoce de más personas inocentes que sufren la pena de banquillo. La púrpura corporativa camufla sus errores bajo su ex cátedra cuando no, en un acto de hipocresía, se los atribuye al jurado, como si el Arny de entonces y los de todos los días fueran resueltos por esta institución. Las críticas internas únicamente aparecen cuando afectan a los intereses del grupo político que les nombró en sus cargos. A los inocentes sólo les acompaña el silencio.

En fin, que el pasado sigue siendo presente y, lo que es peor, se arroja sobre el futuro. No se quiere aceptar que la Justicia -su administración-, tiene que olvidar su ayer para ser futuro. Lo triste es que hoy, que son algunos años después, no es sólo la Justicia. Muchos quieren hacernos creer que su pasado de privilegios y de irresponsabilidad debe ser el futuro de esta sociedad. No quieren ni aceptan cambios y avances sociales. Cualquier tiempo pasado fue mejor. ¡Qué error!

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