España rechaza el recorte de Blair a los presupuestos de la UE
Los nuevos socios expresan su malestar ante el plan británico
España rechazó ayer la propuesta de Londres, presidente de turno de la UE, de reducir el presupuesto comunitario para 2007-2013, y por tanto las ayudas a los nuevos socios. "La propuesta de recorte del gasto no nos suena bien", dijo ayer el secretario de Estado para Asuntos Europeos, Alberto Navarro, en Bruselas. "Queremos más Europa; una Europa política, por eso no podemos aceptar una reducción del gasto", añadió.
Algunos de los nuevos Estados miembros, que ven peligrar las ayudas europeas, expresaron también su malestar ante la oferta británica. El primer ministro británico, Tony Blair, viajará esta semana a Tallín y a Budapest en busca de apoyo para su propuesta.
Londres propondrá el lunes en Bruselas un recorte de unos 25.000 millones de euros en el presupuesto de la UE para los próximos siete años, según informaciones publicadas por la prensa británica. Con esta rebaja -los fondos pasarían del 1,06% del PIB de la UE que proponía la oferta de la anterior presidencia luxemburguesa al 1,03 %-, Reino Unido aspira a poner de acuerdo a los socios europeos antes de dejar la presidencia a fines de año.
El secretario de Estado español para Asuntos Europeos rechazó de plano el proyecto británico y consideró que la solución pasa por revisar el cheque británico. Navarro hacía referencia al dinero que Londres recibe anualmente desde 1984 -el año pasado ascendió a unos 5.000 millones de euros- para compensar la escasa participación en los fondos de la política agrícola común (PAC). Blair sigue en sus trece y ayer volvió a advertir que el cheque no se modificará a no ser que se lleve a cabo una reforma profunda de la PAC. España tampoco movió ficha: "El cheque británico es la llave de la negociación. Blair dice que hay que modernizar el presupuesto, que hay que reformarlo, pero aquí, lo único que no se moderniza ni se reforma es el cheque", indicó Navarro.
Consciente de que el tiempo se acaba, Blair tratará el jueves de convencer en Tallín a Estonia, Letonia y Lituania de la importancia de desbloquear las negociaciones para que no se retrase el presupuesto y por tanto el reparto de ayudas. El viernes, el primer ministro británico tiene previsto viajar a Budapest, donde se reunirá con el llamado grupo de Visegrado: Polonia, República Checa, Eslovaquia y Hungría.
Algunos de los diez países que se incorporaron a la UE en mayo de 2004 expresaron ayer su malestar ante los planes británicos. "Lo que Blair propone es inaceptable", dijo el primer ministro húngaro, Ferenc Gyurcsany, quien cree preferible esperar a que Austria asuma la presidencia de la UE en enero, antes que pactar un presupuesto "a cualquier precio". La ministra polaca de desarrollo regional, Grazyna Gesicka, declaró el lunes que reducir los fondos para Polonia y para otros nuevos miembros "sería un error". Y el Gobierno lituano, también en contra de la propuesta británica, vaticinó un fracaso de la cumbre de mediados de diciembre, en la que los Veinticinco tratarán de cuadrar las cuentas.
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