El puerto de Valencia confía en cerrar el año con un aumento del 14% en el tráfico de contenedores

El presidente de la Autoridad Portuaria de Valencia (APV), Rafael Aznar, defendió ayer tras la reunión del consejo de administración que prevé cerrar el año con un tráfico de algo más de 2,4 millones de teus (medida de capacidad equivalente a un contenedor de 20 pies). Alcanzar esta cifra supondría un incremento sobre 2004 de algo más del 14%. El tráfico de contenedores es el de mayor valor añadido y por el que apuesta principalmente el puerto de Valencia a través de su plan estratégico. En líneas generales, Azar dijo que cerrarán el año con un movimiento de mercancías "por encima de las previsiones".

Aznar también habló de la situación del transporte en el recinto tras la quema de camiones de hace meses. El presidente de la APV considera que el tema está "bien orientado". Orientación que en parte ha venido de la mano de la administración, que ha aumentado las inspecciones. Aznar defendió que hay que "empresarializar" el sector y apostó por la adscripción a la patronal valenciana (FVET) para evitar que estos problemas se repitan.

Mañana jueves se adjudicarán las obras del cierre de los transversales del Puerto de Valencia, que "posibilitará el cierre de la dársena" y "resolverá los atraques de cruceros", al permitir la llegada de un mayor número de mega-yates al recinto. Aznar confía en que las obras estén concluidas en 2006, para las prerregatas. La APV ha recibido seis ofertas para acometer esta obra. Rafael Aznar indicó que, tras el convenio que ha firmado recientemente con el Consorcio, mediante el cual el promotor del evento deportivo destinará un total de 9,3 millones a la financiación de la obra, frente a los entre 25 y 27 millones de euros que tiene previsto aportar la APV.

Preguntado por las protestas expresadas por los pescadores por el cierre de la dársena, Aznar dijo que "los pescadores tienen todo nuestro apoyo". El responsable portuario se refirió a que la Cofradía de Valencia es "histórica" aunque afirmó que "tarde o temprano la dársena se iba a cerrar" y las embarcaciones "han de operar fuera de ella si quieren tener salida al exterior". Esto ocurrirá a finales de diciembre. Aznar quiso tranquilizar a los pescadores y aseguró que se trabaja para no perjudicarles.