Los obispos piden al Gobierno más dinero del Estado

Los obispos pusieron ayer sobre el tapete una de sus grandes prioridades: renegociar el sistema de financiación. Para ello solicitaron al Gobierno abrir "en breve" una negociación que permita "sin posturas preconcebidas" explorar nuevas fórmulas, incluida la subida del porcentaje del IRPF destinado a la Iglesia (ahora situado en el 0,52%), como propuso el arzobispo de Barcelona, Lluís Martínez Sistach, partidario del 0,8%. Para la Conferencia Episcopal, el dinero que ahora recibe del Estado es "claramente insuficiente".

El llamamiento a la apertura de una negociación del sistema de financiación fue lanzado por el portavoz de los obispos, Juan Antonio Martínez Camino, al término de la asamblea plenaria de la Conferencia Episcopal Española. Los obispos consideran que el Estado español "no es laico, sino aconfesional", y, por tanto, está obligado por la Constitución a colaborar "al sostenimiento económico de la Iglesia católica sin que tal situación pueda calificarse de privilegio". Además, sostienen que el dinero que ahora reciben no cubre las expectativas y "está en contradicción con los acuerdos de 1979 entre España y la Santa Sede".

En la actualidad, el Gobier-no permite a los contribuyentes asignar a la Iglesia católica el 0,5239% de la cuota en el IRPF. El dinero recaudado por esta vía, sin embargo, no alcanza para cubrir los sueldos de curas y obispos. Faltan anualmente unos 35 millones, que el Estado cubre con una aportación a fondo perdido. Por ejemplo, en 2004, de los 138 millones que la Iglesia católica recibió, 106 correspondían al IRPF, y 32, a esta aportación.

Para paliar ese desajuste, algún prelado, como el arzobispo de Barcelona y miembro del Comité Ejecutivo de la Conferencia Episcopal, ha propuesto que se aumente la casilla al 0,8%. Otros obispos prefieren fórmulas como las desgravaciones fiscales por donativos.