¿Civismo en el metro?

El día 23 de noviembre hubo una avería en la línea 3 del metro. En el vestíbulo, un vigilante estaba pendiente de que nadie entrara sin pagar, y no había nadie más porque se supone que TMB se ahorra personal poniendo máquinas expendedoras de billetes. Cuando por megafonía avisaron de que no se sabía lo que tardaría en arreglarse la avería, algunos usuarios decidimos salir del metro y, como no había nadie más que el vigilante, nos dirigimos a él para pedirle que nos devolviese el importe pagado por un servicio que no se nos había prestado. El guarda nos dijo que no quería saber nada, que el sólo tenía la función de vigilar que todo el mundo entrase con el billete validado. ¡Pero es que ni tan sólo se dignaba avisar a los incautos usuarios que accedían de nuevo a la estación!

Estoy de acuerdo en que TMB ponga vigilantes para evitar las actitudes incívicas de los que pretenden saltarse la barrera, pero ¿dónde está el vigilante para evitar el incivismo de una compañía de servicios que deliberadamente permite que la gente pague por un servicio que sabe que no prestará?, ¿es sólo negligencia del vigilante o la negligencia era de quien da las órdenes sobre cómo se ha de actuar en estos casos.