Moviendo la tabla
El mundo 'EyeToy' se adentra en las carrerasde velocidad y habilidad
Cuando en 2003 apareció EyeToy de alguna manera revolucionó el mundo del entretenimiento electrónico. Este aparato no es más que una cámara que, conectada a la consola PlayStation 2, le transmite los movimientos del jugador a unos sencillos programas que se representan en la pantalla. Divertido, fácil y sobre todo innovador, ésos son los principales calificativos de EyeToy.
Los juegos que aparecieron en ese momento eran de dificultad media, cada uno de ellos constaban de diversos minijuegos en los que el propio jugador representado en la pantalla del televisor debía realizar repetitivas tareas, como limpiar cristales, golpear ninjas enanos o convertirse en cocinero para cortar rodajas de zanahorias o rayar queso. Divertido sí, pero, a la larga, machacón.
'EyeToy: AntiGrav'
Género: Plataformas
Fabricante: Sony Computer Entertainment
Plataforma: PS2
Precio: 39 euros
Mayores de 3 años
Internet: www.eyetoy.com/antigrav/base.html
EyeToy abrió la puerta a una nueva manera de control de los videojuegos. Ya no era necesario conectar un mando a la consola; ahora una cámara registraba los movimientos y estos se reproducían en la pantalla para provocar reacciones en el programa.
El último paso de Sony ha sido volver a interpretar los clásicos títulos de carreras e incorporarlos a este nuevo tratamiento del entretenimiento electrónico. El resultado es un disco divertido y enormemente interactivo.
Subirse a una tabla antigravitatoria para conseguir la victoria a través de circuitos de vértigo, es la nueva propuesta para EyeToy.
El hoverboarding es como llaman a este deporte futurista y además de llegar el primero se tendrá que demostrar ser el mejor realizando piruetas y acrobacias. En esta ocasión se podrá escoger entre ocho personajes diferentes, y éste será, en definitiva, el que aparezca en pantalla. Ya no se mostrará la imagen del propio jugador como protagonista del videojuego.
Mover cabeza y brazos
Moviendo la cabeza y los brazos se consigue que el personaje coja velocidad y realice determinadas piruetas que sirven para obtener puntos. Al chocar contra un obstáculo el corredor caerá y lo difícil será coger de nuevo la velocidad adecuada. Quien se pare a mirar a un jugador de EyeToy: AntiGrav y no sepa que es algo tan innovador como una cámara recogiendo todos sus movimientos, creerá que está loco.
Los escenarios son futuristas, con colores intensos, para llamar la atención del espectador. Los personajes parecen snowboarders con una estética muy moderna y una indumentaria deportiva, cada uno con sus propias características y con sus movimientos o combos particulares.
Todos los elementos gráficos del título intentan transmitir la sensación de velocidad, además se une a ello una banda sonora con temas muy movidos para motivar la subida de adrenalina en cada competición.
Existen dos modos de juego: uno de velocidad y otro de habilidad. Si se elige la velocidad hay cinco circuitos, en ellos habrá que esquivar obstáculos, agacharse, moverse a un lado y otro para golpear bonus; además poseen atajos que no se descubrirán en la primera carrera y que obligarán a volverlo a recorrer hasta dar con ellos.
El único inconveniente es que cinco circuitos son pocos, y en poco tiempo pueden resultar monótonos. Por otro lado, el modo de habilidad propone que el concursante realice el mismo circuito con el objetivo de ser creativo en volteretas y cabriolas.
El mayor defecto del título es que no pueden disfrutar de él dos o más personas; aunque en pantalla aparezcan diversos personajes sólo uno puede ser controlado por el jugador.
Lo más llamativo de EyeToy: AntiGrav es el salto técnico en el control de un videojuego. Sony ha conseguido que los videojugadores se levanten del sofá y se muevan, toda una revolución.
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