El subdirector general de Bancaixa y delegado en Baleares abandona la caja valenciana
Roselló impulsó el negocio turístico por su vinculación con grandes grupos hoteleros
Ramón Roselló, delegado de Bancaixa en las Islas Baleares con rango de subdirector general, dejará la caja valenciana a principios del próximo año, según confirmó ayer un portavoz de la entidad. Roselló ha sido el gran impulsor del negocio turístico de Bancaixa a través de sus vinculaciones con los grandes grupos hoteleros mallorquines, pero cobró protagonismo como gran aficionado al fútbol. Llegó a ser consejero del Mallorca CF a pesar de trabajar para el primer acreedor de la entidad deportiva cuando se presentaba como "el banquero del Mallorca".
Roselló abandona Bancaixa porque "ha recibido una oferta mejor", coincidieron ayer un portavoz oficial y al menos dos miembros del consejo de la caja valenciana. Todos ellos destacaron el importante volumen de negocio que fue capaz de generar el que fue director de la primera sucursal de Bancaixa en las Islas Baleares, que abrió sus puertas hace 15 años.
Roselló disfrutaba de la categoría de subdirector general de Bancaixa por razones pecuniarias. "Estaba muy considerado y muy bien retribuido", comentó un consejero. "Como subdirector general tenía acceso a algunos pluses reservados a los altos cargos en razón de la importancia que la caja concedía a su aportación", añadió otro consejero.
Los nombres de familias como Fluxà, propietaria de la cadena hotelera Iberostar, o Riu, propietaria de la cadena Riu y primer accionista de TUI, el mayor operador turístico del mundo, eran habituales en la agenda de Roselló.
Las tres primeras oficinas de Bancaixa en la República Dominicana y en la Riviera Maya, en México, se abrieron para servir las necesidades de los grandes hoteleros mallorquines que apostaron por el mercado caribeño y Roselló actuó siempre como "correa de transmisión" de sus necesidades, según un consejero.
Bancaixa cuenta con 39 oficinas en las Islas Baleares que emplean a unos 180 trabajadores y manejan una inversión crediticia en torno a los 2.200 millones de euros.
Roselló es considerado un hombre próximo a Fernando García Checa, director general de Bancaixa, y bien considerado por José Luis Olivas, presidente de la entidad, "que aprecia a todo el que genera negocio", comentó un consejero. Otro destaca que es "un adicto al deporte, lo mismo que García Checa".
Roselló ejerció su pasión como valedor financiero del Mallorca CF en 2003, en un momento en que los problemas económicos del club deportivo amenazaban su supervivencia.
El delegado de Bancaixa en Baleares llegó a presentarse como "el banquero del Mallorca" cuando Bartolomé Cusach, un hombre que de niño ejercía como recogepelotas de un prestigioso club de tenis mallorquín y que logró amasar una inmensa fortuna sobre un imperio de bares, restaurante, discotecas y cerveza, salvó al club de la quema con la inyección de diez millones de euros para pagar las nóminas de los jugadores en 2002. El delegado de Bancaixa combinó el cargo de consejero del club de fútbol con el ejercicio profesional al servicio del primer acreedor de la entidad deportiva.
Cusach era un habitual en las reuniones entre políticos y periodistas que solía organizar el presidente de Baleares Jaume Matas junto a su compañero de partido Eduardo Zaplana cuando Roselló era su sombra.
El consejo de Bancaixa será informado de la inminente salida de Roselló el próximo jueves. La salida del subdirector general de Bancaixa se produce apenas unas semanas después de la dimisión del director general de Inversiones y responsable de la inmobiliaria CISA, Arturo Alario, y del anuncio de la próxima salida de Ferran Agut, máximo responsable de Actura, sociedad gestora de suelo, dos bajas que descabezan el negocio inmobiliario de la caja.
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