Los vecinos del inmueble hundido en Lleida culpan al Ayuntamiento
Los vecinos del inmueble de cinco plantas que se derrumbó el sábado en el casco antiguo de Lleida sin causar víctimas se mostraron ayer muy indignados con el Ayuntamiento por la política urbanística que está llevando a cabo en la zona. La irritación se evidenció ayer con varias pancartas colgadas en los balcones, según las cuales la actuación del consistorio está contribuyendo a la degradación progresiva del barrio y pone en peligro la vida de las personas.
Juan Romera, inquilino desde hacía 34 años, se salvó porque decidió apuntarse a una excursión. Momentos antes del derrumbe, Antonia Gatius, de 76 años, estaba terminando de comer con su hija, el yerno y el nieto. El primero se olió el desastre y dijo que no era momento de tomar café, sino de salir corriendo. "Mientras bajaban por las escaleras, oían detrás de ellos el ruido de los cascotes que iban cayendo", relataba ayer un hermano de Antonia.
El Ayuntamiento ha alojado en un hotel a las cuatro familias afectadas y les ha prometido una vivienda municipal en el mismo barrio en dos semanas. En paralelo, ayer anunció que "emprenderá todas las acciones legales para determinar las responsabilidades del hundimiento".
