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NOVEDADES EN EL SUMARIO DEL 11-M

La policía sospecha que el 'comando' ensayó el atentado para fijar la hora de las explosiones

Los investigadores buscaron en Alcalá otro piso y un tercer coche usado por los terroristas

Jorge A. Rodríguez

La policía está convencida de que el comando que perpetró el 11-M, compuesto por entre nueve y 13 personas, ensayó los atentados en los trenes para ajustar los horarios de las explosiones. Además, dispone de datos que indican que hicieron simulaciones del recorrido en una web oficial que calcula el tiempo que se invierte en los recorridos entre varias estaciones. Sólo un retraso evitó que el tren que estalló en Atocha lo hiciera en el túnel del paseo de Recoletos, y el de la calle Téllez, en la estación de Atocha. Los otros dos convoyes cumplieron el horario. Los agentes creen que parte del comando residía en Alcalá de Henares, donde montaron en los trenes. No han hallado ni el piso donde vivían ni un tercer coche que usaron para llegar a la estación.

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Los investigadores creen que los 13 teléfonos utilizados en las bombas fueron alterados y manipulados en un mismo punto. Sin embargo, sólo siete de ellos fueron activados, el día antes, en la casa de Chinchón (Madrid) que se había convertido en la guarida de los terroristas. Entonces, ¿dónde fueron activados los otros seis? Por el momento se ignora, pero están convencidos de que fue en Alcalá de Henares. Varios testigos han reconocido a dos de los terroristas como las personas que estuvieron cenando la noche antes en un conocido restaurante de la ciudad de Cervantes.

La decisión de partir desde Alcalá de Henares, de subir a los trenes en la citada estación, fue tomada una vez que los terroristas comprobaron los horarios de los trenes, a fin de que estallaran entre las 7.37 y las 7.39. Las comprobaciones, según las fuentes consultadas, se hicieron de dos formas. Una, comprobando el recorrido en los trenes, en los mismos horarios en los que luego se perpetraron los crímenes. La otra, tras acudir a una página web oficial, en la que basta con escribir la estación de partida y la de término para que haga una simulación del horario de parada en cada una, en las intermedias y el tiempo que dura el recorrido.

Sin embargo, el tren que estalló en Atocha sufrió un retraso de un par de minutos, lo que hizo que la entrada en la estación del que reventó en la calle de Téllez también demorase dos minutos su entrada en la estación. Así, la primera bomba reventó en Atocha a las 7.37 horas con 47 segundos, la segunda a las 7.38 horas con 36 segundos y la tercera, cuatro segundos después. Esa secuencia, de haberse producido en el túnel de Recoletos, posiblemente en la estación subterránea, hubiera provocado muchísimas más víctimas, y sin posibilidad de rescate. Justo en ese intervalo explotaban dos bombas en la estación del Pozo del Tío Raimundo y otra en la de Santa Eugenia. Las últimas explosiones fueron las de la calle de Téllez, entre las 7.38 y las 7.39.

La policía ha revisado el tráfico de llamada de móviles en todos los postes repetidores del recorrido entre Alcalá y Atocha para localizar posibles llamadas de los terroristas con anterioridad al 11-M. Sin éxito. También ha hecho el mismo rastreo en Alcalá, sin éxito también, entre otros motivos porque desconoce como mínimo los números de las tarjetas y los teléfonos utilizados en seis de las bombas.

Esta segunda pesquisa ha sido efectuada ante el convencimiento de que varios de los terroristas partieron de Alcalá, donde residían. Es una conclusión por eliminación. Si el comando estaba compuesto por nueve personas, como inicialmente se pensó, pudieron llegar hasta el punto de origen en dos coches: la Renault Kangoo que tenía una cinta coránica (junto a la que un testigo vio a sólo dos sospechosos) y un Skoda Fabia, con los que posiblemente viajaron desde la casucha de Chinchón. Pero si, como parece más probable, fueron 13 terroristas (uno por mochila o bolsa bomba), falta un transporte para tres de ellos.

Los agentes han intentado, sin éxito, localizar ese tercer coche. Como no lo han encontrado y tampoco tienen rastro de seis de los teléfonos de las bombas, creen que éstos tuvieron que activarse en esa ciudad. Por ello se han esforzado en encontrar otra supuesta base de los terroristas en Alcalá de Henares, también sin frutos.

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Sobre la firma

Jorge A. Rodríguez
Redactor jefe digital en España y profesor de la Escuela de Periodismo UAM-EL PAÍS. Debutó en el Diario Sur de Málaga, siguió en RNE, pasó a la agencia OTR Press (Grupo Z) y llegó a EL PAÍS. Ha cubierto íntegros casos como el 11-M, el final de ETA, Arny, el naufragio del 'Prestige', los disturbios del Ejido... y muchos crímenes (jorgear@elpais.es)

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