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El mundo del ballet muestra su admiración por Maya Plisetskaia

La bailarina celebrará su 80º cumpleaños con una gala en Moscú

La cita mundial del ballet tendrá lugar este próximo domingo en el Teatro del Kremlin, en Moscú. Maya Plisetskaia cumple ese día 80 años; nació en la capital de Rusia el 20 de noviembre de 1925, y hoy de nuevo su ciudad, los artistas y todo el mundo del ballet harán una gran reverencia a una de las más grandes bailarinas de todos los tiempos. En la gala de homenaje bailará Joaquín Cortés por expreso deseo de Plisetskaia.

Los moscovitas la apodaron "Maya la indómita" y es todavía adorada por todos, respetada por su arrojo, la fuerza de su baile y el coraje de su inconformismo durante los tiempos duros del poder soviético. La función de gala del domingo será en el mastodóntico teatro del Palacio de Congresos del Kremlin porque el Teatro Bolshoi, su casa durante más de medio siglo, está ya cerrado para esa larga restauración que se estima dure más de un lustro. Pero del cercano coliseo de las columnas, ese mítico Bolshoi que le dio gloria y laureles, sinsabores y desvelos, se desplazan ya hasta el Kremlin decorados, trajes, orquesta y bailarines. Maya sentirá el calor moral de su casa en un homenaje que es una deuda.

Habrá esa noche un plantel de artistas difícilmente reproducible para bailar una versión poco ortodoxa y llena de sorpresas de Don Quijote, un ballet emblemático en la carrera de Plisetskaia. Ella estrenó esta obra en el Bolshoi hace ahora 55 años, marcando el papel de Quiteria (o Kitri) para siempre; hizo de esta recreación una carta de presentación que fue llevada al cine en varias ocasiones. De ella dijo el escritor Vadim Gayevski: "Los personajes de españolas de Plisetskaia son su juventud, su rebelión, y significaron la ruptura con la tradición de las ingenuas e infantiles de antaño".

La pasión de Plisetskaia por todo lo español la llevó a cultivar la Laurencia de Fuenteovejuna o la Paquita, entre otros caracteres terrenales, de vuelo solar, de abanico y de saltos prodigiosos. El domingo 20 todo esto será revivido por artistas como la primera bailarina del Marinskii-Kirov de San Petersburgo, Diana Vishnieva; las estrellas del Bolshoi Svetlana Zajárova y Nikolai Tsiskaridze y en presencia de la propia Maya, del coreógrafo cubano Alberto Alonso, de 90 años, que creara para ella en 1967 Carmen Suite; el violonchelista y director Mstislav Rostropovich; el director del Real Ballet Danés Frank Andersen; los directores del Ballet de la Ópera de París Brigitte Lefevre y Patrick Dupond y un sinfín de amigos venidos de todo el mundo. Entre ellos, José Manuel Garrido, director del Teatro de Madrid y Joaquín Cortés, que bailará en la función de ese Quijote inolvidable. Una gala que tendrá incluso rap y un conjunto de hip-hop, los Staolin Monks. Fue precisamente Garrido quien trajo a Maya Plisetskaia desde Moscú para dirigir el desaparecido Ballet del Teatro Lírico, que era la compañía nacional clásica y a la que Maya se refiere como "decepcionante" en sus memorias.

Ante la mezcla de estilos y de artistas de la gala Maya dice en conversación telefónica desde Moscú: "Tiene que ser así. Primero porque es una fiesta, y segundo, porque los tiempos han cambiado. Vivimos una época de mezclas incesantes y sorprendentes, y eso ha llegado también al universo del ballet". Y Maya bailará esa breve y emocionante pieza que Maurice Béjart le creó hace cuatro años, Ave Maya, y que el año pasado ya bailara en Cannes en una demostración de entereza, de amor por el escenario, que corrobora su grandeza y la belleza de sus movimientos. Ahora recuerda cómo en la época dura de los sóviets sólo podían bailar los papeles clásicos: "Conocíamos a Balanchine y a Béjart, pero eran inaccesibles".

Su otra pasión siempre ha sido el flamenco, y por eso le ha pedido a Joaquín Cortés que no falte a la cita: "Le quiero a mi lado el domingo. Adoro su baile y su fuerza, su deseo de transgresión y de cambio a la vez que su virtuosismo", dice del bailaor, que intervendrá tanto en el Quijote como con sus bailes habituales. Cortés, amigo personal de Maya, forzó su calendario para estar ya hoy en Moscú ensayando con la rusa.

La visita del coreógrafo cubano Alberto Alonso (que vive exiliado en Estados Unidos) a Moscú también obedece a que Carmen Suite volverá al repertorio activo del Bolshoi, encarnado ahora por Zajárova después de más de 25 años de olvido. El propio Alonso le prepara el papel de la cigarrera con el que Maya Plisetskaia abrió el ballet ruso a los tiempos modernos. La crítica Tatiana Kouznetsova razona que "Maya es la única bailarina en la historia de la danza que ha centrado la atención ininterrumpidamente sobre ella por más de 60 años". Su energía está intacta. Baste recordar que a los 50 años encarnó el Bolero de Béjart, ella sola rodeada de 30 hombres jóvenes y que fue calificado como "un himno al erotismo". A los 60 creó y bailó La dama del perrito y a los 70, La loca de Chaillot. Ella sonríe y se encoge de hombros: "¿En qué sitio voy a estar mejor y más segura que en un escenario?"."Adoro el baile y la fuerza de Joaquín Cortés, su deseo de transgresión"

La bailarina Maya Plisetskaia.
La bailarina Maya Plisetskaia.EFE
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