Los novatos del 'derby'

El primer enfrentamiento de la temporada entre los dos conjuntos de Sevilla no ha tenido el prólogo acostumbrado. Directivos, deportistas y aficionados de ambos clubes han evitado el exceso tanto en sus palabras como en sus gestos y el derby sevillano llega al terreno de juego rodeado de sensatez. Ante tan sana actitud, no merece la pena romperse la cabeza en buscar explicaciones o motivos. Además, no es la única novedad. El celebérrimo enfrentamiento parece que tendrá como protagonistas a dos novatos en el lance, uno por conjunto: el sevillista Enzo Maresca y el bético Alberto Rivera.

El centrocampista italiano dice que lo que corresponde a los jugadores es hablar sobre el césped, pero no pierde una oportunidad de señalar lo mucho que le motiva el partido de esta noche. Mientras, el medio manchego no dice nada. Su reacciones públicas son tan diferentes como sus estilos con el balón, pero, a estas alturas de competición, ambos se han convertido en los mejores profesionales de sus conjuntos.

Maresca, de 25 años, llegó al conjunto nervionense desde el Juventus. Su carrera en la élite del fútbol arrancó en el Cagliari en la temporada 1996-97. Tras el descenso del club italiano, Maresca se fue al West Bromwich Albion, a la Segunda inglesa. En 1999, lo fichó la Juve, en donde alternó sus participaciones en la plantilla del equipo turinés con las cesiones al Bolonia, Piacenza y Fiorentina.

El italiano ha demostrado ser un jugador con un manejo más que aceptable de la pelota, fácil para decidirse a chutar a gol desde fuera del área y poseedor de un carácter competitivo que, además, consigue contagiar a algunos de sus compañeros y a casi todos los aficionados de la grada. Hasta el momento, ha marcado dos goles, ambos de penalti, y tan sólo se ha perdido el encuentro liguero contra el Mallorca en Son Moix. A pesar de no marcar, su mejor partido como sevillista fue contra el Besiktas (3-0) en la liguilla de la Copa de la UEFA en el Sánchez Pizjuán.

Según el análisis de algunos de sus compañeros de vestuario, en ocasiones podría parecer que "absorbe" a sus compañeros en la media. Pero, lo que nadie duda es que su italianidad ha sido fundamental para mantener al equipo vivo tras un inicio de curso lleno de dudas y falto de goles. Además, para esta noche, asegura no necesitar motivarse más.

Rivera fue una de las exigencias que Llorenç Serra Ferrer le hizo a la directiva bética para este curso. Su carrera profesional contiene registros como el de ser el jugador más joven en marcar con el Real Madrid, en la temporada 1994-95. Rivera, de 27 años, además de en el conjunto madrileño, ha jugado en el Numancia, Olympique de Marsella y Levante.

Su llegada al Betis le dejó despistado. Serra Ferrer le quería para su proyecto de una media con tres integrantes. A la postre, el cuadro verdiblanco tan sólo ha jugado una vez con ese esquema, en el partido de ida de la Supercopa de España frente la Barcelona (0-3), en Sevilla. El jugador dejó entrever un amago de queja por la posición, a su juicio retrasada, en la que le colocaba Serra Ferrer. No obstante, su trabajo escorado a la izquierda le ha llevado al liderazgo en el juego bético -especialmente en las victorias en Liga de Campeones frente Anderlecht y Chelsea- y a la convocatoria con la selección en la pasada repesca para el Mundial de Alemania frente a Eslovaquia.