Los padres tendrán dos años para recuperar la tutela de sus hijos

Los padres biológicos a los que la Generalitat haya retirado la custodia de sus hijos tendrán dos años para recuperarlos. Si pasado ese plazo -que ahora es ilimitado- no demuestran que son capaces de hacerse cargo de los menores, la Administración iniciará el proceso de preadopción y los entregará a otra familia. Esta medida se incluirá en la futura Ley de la Infancia, que ayer avanzó la consejera Anna Simó.

Aunque el plazo de dos años será la norma general, habrá excepciones. Por ejemplo, en el caso de que uno de los dos progenitores cumpla condena en prisión durante más de dos años pero "haya demostrado una preocupación" por sus hijos, explicó la secretaria de Familia e Infancia de la Generalitat, Montserrat Tur. Esta es una de las novedades de la futura Ley Integral de la Infancia que elabora el Departamento de Bienestar y Familia y que el Gobierno catalán aprobará "en un plazo de seis meses", anunció la consejera Simó.

Con la actual normativa, el plazo que la familia biológica tiene para recurrir es ilimitado. Esta situación comporta que los menores tutelados por la Generalitat (en la actualidad, 6.585) pasen demasiado tiempo en los centros de acogida. "No queremos quitar derechos a los padres, pero tenemos que proteger a la infancia, y lo mejor es que los niños estén con una familia", señaló Simó.

Además, ahora los padres pueden bloquear el proceso en cualquier momento y cuantas veces deseen, y en muchas ocasiones lo hacen cuando se enteran de que la Administración quiere entregar a sus hijos a otra familia, explicaron responsables del departamento. Pero para entonces, la familia adoptiva ya ha creado estrechos vínculos con el niño y el proceso de separación -en el caso de que los padres biológicos recuperen la custodia- resulta traumático para ambas partes.

Dos meses para impugnar

La nueva ley pretende evitar este tipo de situaciones y agilizar los procesos de adopción. Actualmente, los padres adoptivos prefieren acoger a un niño extranjero porque el proceso les ofrece mayores garantías jurídicas: los padres biológicos no aparecerán en cualquier momento para reclamar a sus hijos. De ahí que en 2005 sólo hayan sido adoptados 82 niños catalanes en contraste con los 1.594 extranjeros acogidos.

En la misma línea de agilizar los trámites, la nueva ley dará sólo dos meses a los padres para recurrir contra la declaración de "desamparo" -momento en el que la Generalitat suspende la potestad de los padres y asume la tutela del menor- y otros dos para impugnar el proceso de preadopción, la etapa previa en la que la Administración mantiene contactos con la que será familia adoptiva. La Generalitat pretende que la preadopción pueda decidirla, sin otro requisito, la Administración para evitar así los procesos judiciales que se dan habitualmente.

Tras la presentación de las líneas maestras de la Ley de la Infancia, el diputado de Convergència i Unió (CiU) Josep Lluís Cleries no tardó en criticarla. Cleries acusó a la consejera Simó de practicar "una política de escaparate" con "grandes anuncios", pero "sin medidas concretas".