La policía francesa da por terminados los disturbios callejeros
Chirac pone en marcha el servicio civil para los jóvenes de los barrios degradados
La Dirección General de la Policía Nacional (DGPN) anunció ayer la "vuelta a una situación de normalidad" en Francia, cuando se cumplían tres semanas desde que estallara la violencia en la localidad de Clichy-sous-Bois, en la periferia de París, y se extendiera imparable por todo el país dejando un saldo de más de 9.000 vehículos calcinados, unos 3.000 detenidos y numerosos edificios públicos, comercios y negocios arrasados. La noche del miércoles al jueves tan sólo ardieron 98 coches en Francia, lo que corresponde a la media habitual, según la DGPN. El toque de queda que permite declarar el estado de emergencia -ampliado tres meses más- tan sólo se aplicaba ayer a una veintena de barrios en toda Francia, pero la policía mantenía a más de 11.000 agentes sobre el terreno, especialmente en los barrios más problemáticos.
El presidente Jacques Chirac reunió ayer en el palacio del Elíseo a los titulares de los ministerios que deben coordinar la puesta en marcha del servicio civil voluntario que anunció en su mensaje del pasado lunes. Entre los asistentes figuraban el del ministro del Interior, Nicolas Sarkozy, y el de Economía, Thierry Breton. Este proyecto, que a partir de 2007 deberá acoger a 50.000 jóvenes cada año para integrarlos laboral y socialmente, pretende también restablecer los valores cívicos y republicanos entre las clases desfavorecidas.
Según el primer ministro, Dominique de Villepin, el objetivo de este servicio es transmitir los valores republicanos de "respeto, tolerancia y atención al otro", y proporcionar formación a todos los que lo necesitan. Para acelerar su puesta en marcha, se apoyará sobre algunas iniciativas ya existentes. Los jóvenes que se integren tendrán derecho "a una formación ciudadana común" y a "un acompañamiento personalizado que le permitirá salvar las dificultades". Cuando acaben el servicio obtendrán "un certificado de servicio civil". Según De Villepin, la intención es que en 2006 se acoja ya a 30.000 participantes para alcanzar la cifra de 50.000 en 2007. Sarkozy, cuya cota de popularidad ha aumentado enormemente durante esta crisis, visitó ayer el congreso de Alliance, el principal sindicato policial, y prometió una prima a los agentes que han intervenido estos días contra los incendiarios y la guerrilla urbana.
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