El Reino Unido se plantea extender la edad de jubilación a los 67 años
La recaudación por las cotizaciones se invertiría en un fondo de inversión sin garantía estatal
El Reino Unido se encamina hacia una prolongación de la vida laboral para evitar el colapso de su sistema de pensiones. Un grupo de expertos británicos se dispone a sugerir al Gobierno que retrase la edad de jubilación desde los actuales 65 años a 67 años, según publicó ayer el diario Financial Times. Las soluciones que proponen los expertos pasan no sólo por la prolongación de la vida laboral, sino por la creación de un sistema semiobligatorio de cotizaciones cuyas recaudaciones se colocarían en fondos de inversión, aunque sin la garantía del Estado en caso de caída de la rentabilidad.
Las propuestas de los expertos, encabezados por Adair Turner, figuran en el borrador de las conclusiones que presentarán a finales de mes, al que ha accedido el diario británico.
Un portavoz de la Comisión de Pensiones que elabora el estudio calificó de "especulación" las informaciones del Financial Times, pero lord Turner ya sugirió en un informe preliminar, publicado en octubre del año pasado, que la solución al problema de las pensiones pasaba por una prolongación de la vida laboral.
La edad de jubilación se retrasaría dos años de manera gradual a partir de 2020, según el diario. Este sacrificio de los trabajadores debería ir acompañado de un aumento de las pensiones públicas, que deberían alcanzar las 109 libras semanales (160 euros) frente a las actuales 80 libras (117 euros) por individuo (unos 190 euros para los matrimonios).
El documento sugiere también la adopción del sistema aplicado en Nueva Zelanda,por el cual todos los nuevos empleados deben aportar entre un 6% y un 8% del salario (a partes iguales entre el trabajador y la empresa) a una especie de fondo de pensiones individual que se coloca en un fondo de inversiones privado.
La cotización empieza después de ocho semanas consecutivas trabajando. Aunque es obligatorio, el empleado tiene un periodo inicial en el que puede decidir no participar en el sistema. También tiene la opción de retirar todo el dinero al cabo de los primeros tres años para destinarlo a la compra de una primera vivienda.
El sistema de pensiones británico, que consume cada año 47.000 millones de libras (69.000 millones de euros), necesitaría aumentar sus recursos en el equivalente a casi 40.000 millones de euros anuales para cubrir sus necesidades futuras, según cálculos realizados en 2001.
Ese agujero es consecuencia del efecto combinado de la caída de las inversiones en fondos de pensiones privados -por la caída de la rentabilidad de las bolsas en los últimos años-, el aumento de longevidad y las estrecheces de las finanzas públicas.
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