China admite la primera muerte de una persona por la gripe aviar
El país asiático ha sufrido en el último mes 11 brotes en pollos y patos
El Gobierno chino admitió ayer que una granjera de 24 años que vivía en la provincia de Anhui falleció el 10 de noviembre contagiada por la gripe aviar. Además, el Ministerio de Sanidad atribuye al virus H5N1 que infecta a las aves otra muerte, pero no lo ha podido confirmar porque la fallecida -una niña de 12 años de la provincia de Hunan- ha sido incinerada. El país ha sufrido 11 brotes epidémicos en animales en el último mes.
En menos de 24 horas las autoridades chinas han pasado de negar casos de humanos infectados por el virus de la gripe aviar a reconocer dos fallecidos y, al menos, otro caso infectado (un niño de nueve años hermano de una de las víctimas). La Organización Mundial de la Salud (OMS) no había incluido estos casos en la relación de víctimas que mantiene, pero un portavoz del organismo, Dick Thompson, confirmó el diagnóstico a France Press.
Los tres casos (los dos confirmados y el sospechoso) se han producido en regiones donde en el último mes se han dado alguno de los 11 brotes de gripe aviar en pájaros de granja (sobre todo pollos y patos), informó ayer el periódico China Daily. Esta cercanía a los animales parece descartar que se haya producido un contagio entre personas (por ejemplo, entre los dos hermanos infectados). Ésta es la situación más temida por la OMS porque podría ser el síntoma de que el virus había mutado y había adquirido la posibilidad de transmitirse entre humanos, lo que podría ser el comienzo de una pandemia. Con los dos casos confirmados el número de afectados por la gripe aviar desde 2003 es de 128 personas, de las que han fallecido 65 en Tailandia, Vietnam, Indonesia, China y Camboya, según el recuento de la OMS.
El riesgo de que la enfermedad se extienda entre los animales y salte desde ahí a sus cuidadores ha llevado a las autoridades a anunciar un programa para vacunar contra el virus H5N1 a las 14.000 millones de aves domésticas que hay en las granjas chinas, aunque las autoridades no han dado detalles sobre cómo van a llevar a cabo este gigantesco proyecto.
Entre los retos que deben vencer están la necesidad de producir el número de suficiente de vacunas y de repartirlas hasta la última granja del gigante asiático de 9,5 millones de kilómetros cuadrados (19 veces la superficie de España). La tarea será la mayor campaña de vacunación puesta en marcha en el mundo.
Otro de los problemas a los que se enfrentan las autoridades chinas es que los campesinos intentan no acudir a los hospitales cuando enferman, ya que no pueden pagar los tratamientos. Para evitar que se encubran casos, las autoridades han decidido abonar los cuidados recibidos por los dos hermanos de la provincia de Hunan: 1.800 dólares [unos 1.500 euros], una cifra inalcanzable para una familia media de campesinos chinos, cuyos ingresos mensuales rondan los 25 euros, informa Efe.
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