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Dos de cada tres franceses aprueban la gestión de Sarkozy

La popularidad del ministro del Interior se dispara tras la rebelión de las barriadas

Conforme remite la violencia en Francia, la popularidad del ministro del Interior, Nicolas Sarkozy, a quien se ha acusado en las últimas semanas de encender la hoguera de la revuelta de las barriadas con su estilo y sus bravatas, sube como la espuma. Según la encuesta de IPSOS para el semanario Le Point, el controvertido presidente del partido gubernamental, la Unión por un Movimiento Popular (UMP), protagoniza en un mes una subida de 11 puntos en la valoración popular, situándose como la personalidad política preferida por los franceses, con un 63% de aprobación.

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El sondeo de Le Point muestra claramente que el Gobierno de Dominique de Villepin está sacando un importante rédito político de los 20 días de violencias callejeras. El propio primer ministro sube siete puntos, situándose en un 50% de aprobación. Incluso el presidente Jacques Chirac, cuya popularidad está en niveles muy bajos desde hace tiempo, subió seis puntos, hasta alcanzar el 39%. En intención de voto, la ventaja de Sarkozy sobre sus rivales en la UMP es aún mayor. Si tuviera lugar ahora la primera vuelta de las elecciones presidenciales -previstas en 2007-, el titular de Interior obtendría el 19% de los sufragios, muy cerca de la cifra que permitió a Chirac situarse en cabeza en 2002. Su gran rival, el primer ministro Dominique de Villepin, sólo obtiene el voto "seguro" del 5% de los encuestados.

Tolerancia cero

Las razones del auge de Sarkozy, que durante los primeros días de esta crisis fue claramente abandonado a su suerte por el Ejecutivo y dado por quemado políticamente, hay que buscarlas en el deseo de mano dura de la sociedad, que aplaude su política de "tolerancia cero" y que considera reconfortante su estilo agresivo. Cuando se trata de valorar el papel jugado durante la crisis de estas últimas semanas, un 68% de los encuestados piensa que la actuación correcta ha sido la del ministro del Interior. La de De Villepin ha gustado al 62% de los franceses, mientras que la del Chirac, sólo al 41%.

Las críticas de la oposición a la declaración del estado de emergencia o las de los grupos de defensa de los derechos humanos a la expulsión de los extranjeros involucrados en la violencia decretada por Sarkozy no parecen afectar a la opinión pública. El 63% de los encuestados está de acuerdo con que se expulse a los extranjeros, y sólo un 32% se opone.

La medida, sin embargo, es totalmente irrelevante a efectos prácticos. Ayer, Sarkozy anunció que se había iniciado el proceso de expulsión de 10 extranjeros implicados en los disturbios, sobre un total de más de 3.000 detenidos. Pero el mensaje contra la inmigración tiene un gran impacto en los votantes de la extrema derecha.

En este sentido, debe contemplarse la polémica desatada sobre el efecto que la práctica de la poligamia ha tenido en los disturbios, una forma de señalar a los inmigrantes magrebíes y subsaharianos. Aunque el propio Chirac advirtió el lunes sobre el "veneno" de la discriminación, el jefe del grupo parlamentario de la UMP, Bernard Accoyer, aseguró ayer que la poligamia es "seguramente una de las causas" de los disturbios y atribuyó el fenómeno al "gran laxismo" de la presidencia del socialista François Mitterrand entre 1981 y 1992.

La oposición socialista, cuyo congreso extraordinario se inicia mañana en Le Mans, parece, en esta crisis, completamente ausente del imaginario político de los franceses. Paradójicamente, el socialista más valorado, con un 62%, es el ex ministro de Sanidad Bernard Kouchner, que no ocupa ningún cargo, ni electo ni en el partido. Por detrás figura el alcalde de París, Bertrand Delanoë, con un 56%.

El Senado votó anoche a favor de la prolongación del estado de emergencia por tres meses, pese a que las medidas que esta situación permite, como la declaración del toque de queda, ya no se aplicaba ayer más que en una decena de puntos calientes del territorio francés. La ola de violencia que estalló el pasado 27 de octubre seguía bajando ayer. La noche del martes al miércoles sólo ardieron 163 vehículos.

El ministro del Interior francés, Nicolas Sarkozy, durante su intervención del martes en el Parlamento.
El ministro del Interior francés, Nicolas Sarkozy, durante su intervención del martes en el Parlamento.ASSOCIATED PRESS

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