Hallada en Granollers una cabeza romana de mármol del dios Baco
La pieza presenta un estado de conservación casi perfecto
Una cabeza del dios romano con más fuerza vital, Baco, la antítesis de la razón y el orden que representaba el bello Apolo, ha sido hallada cerca de la plaza de la Església de Granollers (Vallès Oriental). La escultura tiene más de 1.800 años, pero su estado de conservación es casi perfecto. No cabe duda a la hora de identificarlo: el cabello ensortijado, la corona de parra y un grano de uva en un lado de la cabeza.
La cabeza, de 15 por 10 centímetros, presenta otro elemento que la asocia directamente con el vino: un ligero rubor en la punta de la nariz y unos labios entreabiertos y rojos. No se trata, por supuesto, de policromía, sino de una veta rojiza de la piedra que aprovechó el artista. Se distinguen aún los orificios de la nariz, los párpados y los lacrimales.
Baco no era tan sólo una deidad relacionada con el vino, la fiesta, las orgías y el desenfreno. Protector del teatro y de la danza, y amante de la paz, era también el dios de la creatividad. A menudo aparece representado junto a toros, serpientes, hiedra y vino, y acompañado de una corte de sátiros, centauros y de los dioses menores de la embriaguez, de abundante cabellera y un priapismo permanente: los Silenos.
El hallazgo lo han realizado arqueólogos de la empresa Estrats, SL, que desde el año 1999 realiza las excavaciones en Granollers. Según su responsable, Lluís Vila, el busto de Baco da nuevas pistas sobre cómo era Granollers en época romana. La pieza, del siglo II, seguramente pertenecía a una mesa, y sus propietarios nadaban en la abundancia. No es "nada usual", según Villa, el material con el que se elaboró. El mármol de Chemtou, una cantera que aún se explota en Túnez, sólo podían permitírselo unos pocos.
Desechada
Hay otras tres cabezas similares en Cataluña, una muy cerca, a escasos kilómetros, en la vecina población de Canovelles -"estamos investigando, porque probablemente tengan alguna relación", explica Vila-, y otras dos en Can Fatjó, en Rubí, y en Tarragona.
Los arqueólogos trabajan con la hipótesis de que Granollers era una ciudad romana. La pieza se ha hallado en la zona sur, dedicada al trabajo agrícola. "Probablemente, si la hemos encontrado es porque fue desechada y ahí es donde la tiraron", asegura el arqueólogo responsable de la excavación. La zona residencial debía de estar situada al norte de la plaza de la Església, donde se han encontrado restos de zonas de baño y de habitaciones.
El Ayuntamiento de Granollers aseguró que "con toda probabilidad" el busto de Baco podrá verse en el museo a partir de Navidad.
El 15 de octubre del año pasado se produjo otro excepcional hallazgo en Granollers: una estatua tipo menhir de más de 5.000 años. Esta pieza, la más antigua de su clase en la península Ibérica, aún sigue en el Centro de Restauración de Sant Cugat del Vallès. Si aún no es posible exhibirla en el museo, según sus responsables, no es sólo por la minuciosa restauración, sino porque el menhir va a tener "clones", copias. Una de ellos irá, con toda seguridad, a la vecina Canovelles.
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