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ARRANCA LA OPERACIÓN CAMPAMENTO

Gallardón asegura que no elevará la edificabilidad del barrio

Los túneles para evitar el colapso de la A-5 costarán 308 millones a cada Administración

El convenio firmado ayer por el ministro de Defensa, José Bono; la titular de Vivienda, María Antonia Trujillo, y el alcalde de Madrid, Alberto Ruiz-Gallardón, es el último trámite administrativo necesario para comenzar a demoler los cuarteles de Defensa e iniciar la construcción del nuevo barrio de Campamento, al suroeste de la capital. Pero un desarrollo urbanístico de estas dimensiones no sólo implica levantar miles de viviendas, equipamientos públicos y servicios de abastecimiento de todo tipo, sino que requiere una inversión en infraestructuras para evitar el colapso futuro de las carreteras existentes y del transporte público de la zona.

Por eso, el convenio recoge la principal obra que conllevará la operación: la construcción de sendos túneles, cada uno de cuatro kilómetros de longitud y tres carriles por sentido, que servirán de alternativa subterránea a la autovía de Extremadura (A-5) a su entrada a Madrid. Esa obra será financiada al 50% por Defensa y el Ayuntamiento -308 millones cada uno-, siempre y cuando su coste final no supere los 617 millones de euros presupuestados. En caso de que ese presupuesto se incremente, será el gobierno municipal el que asuma la diferencia.

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En principio, las obras de infraestructuras necesarias para desarrollar el ámbito debían correr a cargo del Ayuntamiento, pero Defensa ha decidido aportar, "por solidaridad", la mitad del coste. Bono y Ruiz-Gallardón negaron que, a cambio, el Ayuntamiento vaya a aumentar la edificabilidad del suelo para poder levantar más viviendas. "Esto es una cuestión de solidaridad, no de edificabilidad", dijo el ministro, antes de recordar que el Ayuntamiento "también ha sido solidario" al renunciar a vender a precio libre el 10% de suelo que le corresponde en la zona, y que finalmente destinará a 1.000 viviendas de precio protegido.

La coordinadora general de Urbanismo, Beatriz Lobón, aseveró que en la otra parcela propiedad de Defensa en Campamento -680 hectáreas que, por el momento, no se urbanizarán porque es preciso un acuerdo previo con el Gobierno de la Comunidad de Madrid- tampoco se aumentará la edificabilidad prevista ahora en el Plan General de Ordenación Urbana.

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El primero de los túneles recogidos en el convenio discurrirá, bajo la A-5, entre el cruce con la M-40 y la carretera de Boadilla del Monte. En total, cuatro kilómetros, con tres carriles por sentido y varias conexiones con la superficie. Justo a continuación arrancará el segundo subterráneo: entre la carretera de Boadilla y la M-30. Otros cuatro kilómetros que discurrirán bajo el parque de la Cuña Verde de Latina. "Estas nuevas alternativas de movilidad mejorarán el bienestar de los ciudadanos de la zona y el acceso desde municipios como Móstoles o Alcorcón, y facilitarán la integración como vía urbana de la A-5", dijo el alcalde.

Además, fuera de la Operación Campamento pero, en la práctica, relacionado con ella, el tramo final de la autovía de Extremadura ya está siendo soterrado como parte de las obras de la M-30 (ver gráfico).

Félix Arias, responsable de Urbanismo del grupo municipal socialista, criticó este triple túnel "diseñado por el Ayuntamiento" porque, a su juicio, sólo servirá para congestionar aún más el centro de Madrid. "Esa infraestructura es un completo error. Cuantas más alternativas subterráneas se hagan, más coches entrarán a la ciudad. Y todos van a parar a la M-30, que se va a colapsar", afirmó Arias, que quiso dejar claro que su crítica iba sólo dirigida al alcalde, no al ministerio. "Defensa no es la responsable de ese diseño, se limita a cofinanciar las obras, y eso nos parece muy bien", subrayó.

Justo Calcerrada, concejal de IU, anunció que su grupo va a exigir que todas las obras de infraestructuras que se realicen en Campamento sean sometidas a una declaración de impacto ambiental, dada su envergadura.

Los túneles aumentarán la capacidad de circulación de vehículos privados, pero Defensa y el Ayuntamiento aseguran que el transporte público también se verá reforzado: a la ampliación de la línea 10 de metro prometida por el Gobierno de Esperanza Aguirre -con dos nuevas estaciones, Aviación Española y Darío Gazapo- se sumarán, según el proyecto, sendas plataformas de conexión con autobuses públicos.

A la espera del enésimo convenio

"Es un placer comparecer ante ustedes para hablar de la Operación Campamento, por cuarta vez este año". Con estas palabras de la ministra de Vivienda, María Antonia Trujillo, se abrió ayer el penúltimo capítulo de la Operación Campamento, un culebrón urbanístico estrenado en 1985 y que, a pesar de las felicitaciones mutuas que se prodigaron ayer Ayuntamiento y Gobierno central, aún no ha concluido.

Después de que el Consejo de Ministros diese luz verde a la operación el pasado enero; de que, cuatro días después, Defensa, Vivienda y el Ayuntamiento acordaran el protocolo de intenciones; y de que, en un tercer encuentro en mayo, la Comunidad se sumara comprando una parte del suelo para edificar 2.000 viviendas, el convenio firmado ayer permite por fin comenzar las obras (con siete meses de retraso). Pero no en todo el ámbito.

El convenio se refiere a las casi 900 hectáreas de suelo que Defensa tiene en esa zona, y habla de las 22.100 viviendas -el 60%, de precio protegido- que se construirán allí. Es, dijo Trujillo, "la principal operación de suelo del Estado para construir vivienda protegida en esta legislatura". Sin embargo, no todo el ámbito se va a desarrollar ahora. La mayor parte del suelo, 680 hectáreas sobre las que se levantarán 11.400 pisos, queda pendiente de firmar otro convenio con la Comunidad de Madrid.

"El Gobierno regional está abierto a hablar de esa segunda fase, pero es que Defensa no se ha dignado siquiera a mandarnos un papel explicándonos qué quiere hacer exactamente", afirmó ayer un portavoz de la Comunidad.

Desde el ministerio que dirige José Bono se limitaron a señalar que "las conversaciones con la Comunidad aún no han comenzado", aunque subrayaron que el convenio fija las bases para desarrollar todo el ámbito. Entre tanto, Defensa y el Ayuntamiento se concentrarán en la primera fase de la Operación Campamento: la demolición de los cuarteles y la construcción de 10.700 viviendas.

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