De León es subdirector en la Administración navarra

El Gobierno foral de Navarra paga la nómina de Ricardo de León, que solicitó el pasado verano su reingreso en la función pública navarra, donde tiene categoría de subdirector general, aunque el pasado septiembre seguía sin serle adjudicado destino. De León anunció que deseaba jubilarse a finales de 2005 tras 35 años en la administración.

La fiscalía del Tribunal Superior de Justicia de Navarra investiga los indicios de delito contra la hacienda pública, falsedad documental y cohecho encontrados por los inspectores del Gobierno navarro en varios programas de subvención a la Fundación Humanismo y Democracia entre 2002 y 2004. La investigación se centra en Ricardo de León, que fue consejero de Bienestar Social del Gobierno navarro; en el ex director del Instituto Navarro de Bienestar Social (INBS), José Luis Alli, y en el empresario Gonzalo Ruiz, responsable de múltiples empresas interpuestas que recibieron buena parte de las subvenciones públicas.

Los inspectores del Ejecutivo navarro apreciaron la "vinculación" de estas personas en una presunta trama de facturas falsificadas giradas por valor de al menos 15.000 euros.

El actual consejero de Bienestar Social del Gobierno navarro, José Ignacio Palacios, firmó el 17 de octubre una orden foral exigiendo a Humanismo y Democracia la devolución de 116.000 euros por un programa sanitario en la República Dominicana, en el que se apreció la desviación de dinero y pagos no justificados.De León, que fue gerente, coordinador y patrono de la Fundación Humanismo y Democracia, está desvinculado de ella desde diciembre de 2004. El pasado 7 de septiembre fue llamado a comparecer ante el Parlamento de Navarra. En su declaración, De León, que actuó de embajador del Gobierno de Navarra (UPN-PP) en Madrid hasta julio pasado, afirmó que sólo firmaba "mancomunadamente" con otros patronos "algunos pagos", pero que nunca "propuso, decidió o gestionó" los proyectos subvencionados. En su comparecencia llegó a señalar que no fue "consciente" de los cheques que firmó, por lo que adujo que no existió "dolo" en su actitud.

Su firma aparecía en cheques supuestamente pagados a ex altos cargos de la Administración foral por su participación en programas de Humanismo y Democracia. Sin embargo, los altos cargos no los cobraron.

"Confiaba en que todos los pagos estuvieran debidamente justificados", dijo De León, para añadir que "los errores involuntarios" de los gestores de la fundación fueron subsanados.

Según él, es un "disparate monumental" pensar que el PP haya podido beneficiarse del desvío de facturas falsas.