La "joya" de la meteorología
El Observatorio de Igeldo, que ayer cumplió cien años, guarda como un tesoro la serie climatológica desde 1928
"El Observatorio de Igeldo se considera la joya del Centro Meteorológico Territorial del País Vasco", asegura Margarita Martín, la directora en funciones de este centro. Ha cumplido cien años de historia y mantiene intactos los métodos de observación manual que se empleaban a comienzos del siglo pasado. Es un observatorio de referencia en España. Tiene recopiladas todas las series climáticas desde 1928, aunque las primeras observaciones datan de finales del siglo anterior, cuando el entonces vicario de Zarautz Juan Miguel Orcolaga, natural de Hernani, comenzó a realizar predicciones y ofrecer avisos meteorológicos a la población.
En 1904 se barajó la posibilidad de construirlo en el cabo Matxitxako, pero la Diputación vizcaína retiró la ayuda de 2.500 pesetas anuales y el plan se fue al traste. Un año después entra en funcionamiento el actual centro de Igeldo, gracias al soporte económico que le dedica la institución foral guipuzcoana. Orcolaga ya llevaba varios años advirtiendo a los pescadores de galernas y temporales. Pero hacía falta crear un observatorio que permitiera emplear métodos científicos para realizar predicciones y, de esta forma, "prevenir desgracias entre la gente del mar", recuerda Martín. Los partes que emitía el conocido como padre de las borrascas eran muy esperados en la prensa guipuzcoana. Al parecer, Orcolaga llegó incluso a entregarlos personalmente en el Palacio Miramar al rey Alfonso XIII, gran aficionado a la meteorología, según se relata en el libro Juan Miguel Orcolaga y Observatorio Meteorológico Marino de Igeldo, de Miguel Laburu.
Igeldo permite ver que "en los años 80 se inicia un cambio climático planetario"
Orcolaga fue el introductor del lenguaje meteorológico. Se hicieron familiares términos como borrasca o vórtices, entre otros. Sus anuncios, sin embargo, no fueron suficientes para evitar episodios trágicos, como el sucedido el 12 de agosto de 1912, cuando se hundieron 15 lanchas y se ahogaron 145 pescadores, de los que 112 eran de Bermeo. "La tragedia se pudo evitar", asegura Martín, "puesto que Orcolaga había comunicado con 14 días de anticipación el temporal a todos los puertos desde Galicia hasta Burdeos".
En esos años se modernizó el observatorio con la instalación, en 1913, de un telégrafo sin hilos. Un año después falleció Orcolaga, aunque la actividad del observatorio siguió adelante. Le sucedieron nombres ilustres como Mariano Doporto o Carlos Santamaría. Este último asumió en 1940 y durante casi cuatro décadas la dirección del centro, ya encuadrado en el Servicio de Meteorología Español. En 1978 tomó las riendas José Ignacio Álvarez Usabiaga, fallecido el pasado mes de octubre, a quien el observatorio debe su modernización. Al mismo tiempo que se introdujeron sistemas automáticos para la recogida de datos meteorológicos, Usabiaga se empeñó en mantener los métodos manuales que tanto valor han alcanzado en la actualidad. Es el único centro en España que mantiene los usos tradicionales de recogida de datos.
Miguel Ángel Monzón, técnico en Meteorología, sostiene que Igeldo es "un diamante en bruto" para investigadores de esta materia. "Disponer de las series completas desde 1928 permite ver todas las oscilaciones del clima y sacar conclusiones muy importantes", añade. Así con los datos que obran en Igeldo, se puede concluir que "desde los años ochenta hay una señal que indica un cambio climático a nivel planetario", advierte Monzón. Desde esos años, la temperatura anual comienza a subir ligeramente y se rompen las variaciones de periodos húmedos y secos. Igeldo, junto al de Tortosa, es el observatorio que posee las series clamáticas más largas de España.
Margarita Martín destaca "la calidad excepcional de los datos", debido a que el observatorio "no ha sufrido cambios de emplazamiento, ni de instrumentación, ni de su entorno". "Casi ningún otro observatorio cumple estas condiciones", afirma. Además, "está atendido las 24 horas del día por personal observador profesional".
El observatorio será en el futuro un Museo de la Meteorología, a la vez que un Aula de Meteorología para los estudiantes. Se exhibirán antiguos aparatos de medición (barómetros, sismógrafos y heliógrafos) junto a los más modernos instrumentos (radares y satélites meteorológicos).
El Instituto Nacional de Meteorología tiene un proyecto de rehabilitación integral del edificio
El observatorio de Igeldo pertenece a las Redes Europeas de Observación Básica, Climatológica y Sinóptica, y a la Red Mundial de Observación Meteorológica.
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