La entrada del italiano Unicredito en Hypovereinsbank provoca la desbandada de cargos en la entidad alemana
La adquisición de Hypovereinsbank, el segundo mayor banco alemán, por parte de Unicredito, está resultado un terremoto. Primero fue el presidente del Consejo de Administración de la entidad alemana, Albrecht Schmidt, que dimitió a finales de octubre por oponerse a la fusión. Después empezó el rosario de dimisiones de directivos. El primero en anunciar su marcha fue Michael Mendel, responsable del área de empresas, y ayer dos (o quizá tres) ejecutivos más anunciaron que seguirían su camino.
El responsable de banca de inversión, Stefan Jentzsch, y Christine Licci, jefa de la división de banca minorista, es decir, de la red de oficinas, decidieron dejar el banco por las discrepancias con los ejecutivos de Unicredito. El encargado de empresas y negocios inmobiliarios, Johann Berger, también está decidido a marcharse, asegura la prensa alemana, aunque aún no ha presentado formalmente la dimisión.
"Acepto estas decisiones personales, pero no comprendo que se produzcan en este momento", declaró ayer el presidente del Consejo de HVB, Dieter Rampl, al confirmar las dimisiones de Stefan Jentzsch, de 44 años, y de Christine Licci, de 41.
El comité ejecutivo se está quedando casi desierto. Las dimisiones tienen que ver con confrontaciones y puntos de vista encontrados sobre la forma de desembarcar de los italianos. Sobre su estilo de gestión, la prensa alemana destaca la forma autoritaria de tomar decisiones que, para el gusto alemán, tiene el presidente de Unicredito, Alessandro Profumo. El diario alemán Frankfurter Allgemeine Zeitung citaba ayer fuentes cercanas al banco que calificaban de "política de ocupación" la entrada de Unicrédito, así como la "mano dura" con la que los italianos dirigen el banco. Altos ejecutivos de HVB aseguraron al diario económico Handelsblatt que en el banco ya sólo decide Profumo.
Stefan Jentzsch, responsable de banca de inversión, abandona HVB por diferencias con Profumo sobre la forma de llevar su área. La marcha de Licci ha sorprendido menos, porque ya había mostrado descuentros con la dirección en verano.
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