La violencia se desata en toda Francia

Más de 4.000 coches han ardido en Francia y casi 900 personas han sido detenidas (y unas 30 condenadas a penas de prisión firme) desde el día 27 de octubre, fecha en que dos adolescentes murieron electrocutados en Clichy-sous-Bois. [Anoche, al menos 34 policías resultaron heridos, dos de ellos de consideración al ser alcanzados por disparos de postas en Grigny, en el sur de París. El ministro del Interior, Nicolas Sarkozy, visitó a los agentes hospitalizados y acudió a una de las barriadas afectadas. Unos 528 vehículos habían ardido hasta la medianoche, informa France Presse].

Se trata de la undécima jornada de una ola de violencia que alcanzó su máximo en la noche del sábado al domingo, con 1.300 vehículos quemados y 350 detenidos. El fuego destruyó un número indeterminado de comisarías, escuelas, institutos, gimnasios, bibliotecas, agencias bancarias, supermercados, peluquerías o autobuses, movilizando más de 1.500 policías y a un número no precisado de bomberos.

En la pasada madrugada, sin embargo, los disturbios subieron de grado cuando un grupo de unos 200 jóvenes atacó con piedras y escopetas de postas a la policía en el barrio de Grigny, en el sur de París. Al menos 34 agentes resultaron heridos. Dos de ellos recibieron impactos en la garganta y en las piernas, y se encuentran hospitalizados en estado grave. Hacia la medianoche, las fuerzas de seguridad habían contabilizado 528 vehículos quemados, entre ellos algunos autobuses, y habían practicado 95 detenciones.

El ministro del Interior, Nicolas Sarkozy, visitó a los heridos y acudió también a Bobigny, una barriada del norte de París. Sarkozy aseguró que "el orden de la República" se enfrenta "al orden de las bandas y de las mafias", y pidió a las fuerzas de seguridad que respeten "escrupulosamente la ética de la policía republicana". "Trabajamos por los habitantes de los barrios, no contra ellos". El ministro agradeció la ayuda que están recibiendo de los vecinos de las zonas afectadas, que ha posibilitado la detención de "delincuentes". "Cuando se dispara con bala a los policías, se es un delincuente. Cuando se incendia un autobús o cuando se rocía con líquido inflamable a una persona minusválida, se es un criminal", señaló Sarkozy, en una clara respuesta a quienes le han criticado por usar un lenguaje agresivo. "Hay que llamar a las cosas por su nombre".

Si los primeros días los disturbios sólo afectaban a los alrededores de París, ahora ya son 211 las localidades afectadas.

La estrategia policial y judicial ha cambiado. Desde hace tres días los agentes cuentan con helicópteros dotados de cámaras y proyectores. El número de detenciones se ha multiplicado y las penas de prisión firme, que los primeros días no superaban el mes, se han endurecido: una veintena de personas fueron condenadas ayer a entre seis meses y un año de prisión.