Patxi López advierte a Batasuna de las consecuencias de los ataques a sedes del PSE

El líder de los socialistas vascos, Patxi López, dejó ayer bien claro al mundo de la ilegalizada Batasuna que los episodios de violencia callejera "premeditados y organizados" que se han repetido durante esta semana en Euskadi y Navarra "no acercan a un proceso de paz". El secretario general del PSE-EE reiteró que la violencia "nunca será compatible" con la política y abogó por "utilizar la política para conseguir la paz", pero no "a pagar un precio político" por la paz, parafraseando al presidente José Luis Rodríguez Zapatero. "Los que la usan como mecanismo para obtener objetivos políticos saben que serán perseguidos con todos los mecanismos del Estado de derecho y todo el peso de la ley", declaró ante los delegados del V congreso de los socialistas vizcaínos.

López, quien reiteró que pese a los ataques no piensan cerrar ni una casa del pueblo, inició su intervención recordando el último ataque contra una sede socialista, en un barrio bilbaíno. El viernes "la casa del pueblo de San Francisco sufrió el asalto de una veintena de encapuchados, que con gritos, insultos y rompiendo parte del mobiliario, amenazaron y quisieron agredir a una compañera", relató. Y advirtió a la ilegalizada Batasuna de que no está dispuesto a valorar discursos de ese mundo "si los hechos no los acompañan, sino que los contradicen", enfatizó.

La kale borroka volvió a cebarse ayer con el PSE. La persiana de la sede de Azkoitia amaneció con pintadas de "asesinos" y con los colores de la bandera española. Además, un artefacto casero hizo explosión de madrugada en una sucursal del BBVA en Vitoria, causando daños en la puerta y un cajero de Caja Navarra fue calcinado en Pamplona. Fuentes de la lucha antiterrorista, citadas por Europa Press, revelaron que en los 10 primeros meses de 2005 Euskadi y Navarra sufrieron 333 sabotajes, 100 más que los de todo 2004.