Juanes y Alejandro Sanz imponen su veteranía en los Grammy Latinos

El colombiano Juanes y el español Alejandro Sanz volvieron a ser proclamados reyes de la música en español en la VI edición de los Grammy Latinos, celebrada el jueves en Los Ángeles (madrugada de ayer en España). Juanes fue el más premiado con tres galardones: mejor vídeo (Volverte a ver), mejor canción rock (Nada valgo sin tu amor) y mejor álbum de rock vocal (Mi sangre). Sanz consiguió dos de los premios más codiciados: mejor canción y mejor grabación (Tú no tienes alma). Bebe, que optaba a cinco galardones, obtuvo el de mejor artista revelación.

La lenta maquinaria que mueve la industria musical no es precisamente conocida por atreverse a correr riesgos. Y quizá por eso, frente a la frescura musical de Bebe, la Academia Latina de Artes y Ciencias de la Grabación (Laras) apostó sobre seguro y premió la veteranía de Juanes y de Alejandro Sanz.

Con los dos galardones obtenidos el jueves -que le dedicó a su padre, fallecido recientemente-, Alejandro Sanz acumula ya 13 grammies latinos. Bebe, que en España ha vendido más de 300.000 copias de su primer disco, Pafuera telarañas, llegaba a la gala como favorita al optar al mayor número de nominaciones, pero también como desconocida para el mercado estadounidense, donde ha vendido 12.000 discos. Su heterogénea mezcla de pop, flamenco y música electrónica no pudo imponerse en la categoría de mejor álbum vocal femenino, premio que fue para la mucho más tradicional Laura Pausini, por Escucha. "Creí que se lo iba a llevar Bebe", aseguró Pausini al recogerlo.

Pero cuando las palabras "malo, malo, malo" de una de las presentadoras anunciaron que Bebe era la artista revelación del año, la española demostró su desparpajo rompiendo esquemas dentro de una gala en la que la mayoría de los premiados arrancaron su lista de agradecimientos encomendándose a "Dios", "Jesucristo", "Nuestro Señor" y todas las versiones de la divinidad cristiana. "Hostia. Me estaba comiendo un chicle y no me lo esperaba", gritó Bebe. El "hostia" se les pasó a los censores de la cadena Univisión, obligada a retransmitir la ceremonia con cinco segundos de retraso por si alguien ensuciaba verbalmente la gala. Sin embargo, sí sonó un largo pitido sobre un "de puta madre" que Bebe dirigió "a mi tierra querida, Extremadura", y más tarde los televidentes volvieron a escucharlo sobre la palabra "puta" cuando Bebe interpretó la canción Malo.

"En este país son muy absurdos, no lo entiendo", se quejó Bebe tras la gala en una entrevista telefónica. La cantante aseguró estar muy contenta por el premio "ya que éste no es mi terreno, es otro mundo, y pensaba que habíamos venido a la juerga, no creía que me fueran a dar nada", aseguró. "Los premios son una lotería, un circo, un juego, no tienen por qué presionarnos. Yo pienso seguir haciendo lo que me dé la gana", proclamó la cantante, quien aseguró que lo mejor de una ceremonia que por primera vez en su historia se celebraba sólo en español fue "la actuación de Bebo y Cachao". Los cubanos recibieron respectivamente el premio a mejor álbum de música tradicional y mejor álbum de latin jazz.

Juanes, que ya tenía nueve grammies latinos, se colocó al frente de los premiados con tres gramófonos: mejor vídeo, mejor canción rock y mejor álbum de rock vocal. "Esta noche es un sueño", declaró emocionado.

El brasileño Ivan Lins logró el premio al mejor álbum del año (Cantando historias), y Gustavo Santaolalla, el de mejor productor del año, batiendo, entre otros, a Paco de Lucía.