Prima de riesgo
La volatilidad continúa marcando la pauta a los mercados de valores europeos, en general, y al español, en particular. Con el telón de fondo de los tipos de interés, en los mercados creían percibir ayer que el flujo del dinero ha cambiado de rumbo en una apuesta clara por el dólar, área en la que se esperan algunas reacciones importantes a corto plazo.
El Ibex 35 destacó una vez más al mantener los analistas su opinión de que hay algunos valores con una fuerte exposición al riesgo, lo que le hizo perder el 0,62% y cerrar muy cerca del nivel de los 10.400 puntos.
Los recortes del conjunto de los mercados europeos fueron mucho menores, destacando el 0,07% que bajaba París. Francfort perdió el 0,31%, mientras que la Bolsa de Londres cedió el 0,15%.
El euro, en consonancia con la opinión del mercado sobre un cambio de orientación en el flujo del dinero, caía a los niveles más bajos de los últimos meses con respecto del dólar, hasta cruzarse a 1,1824 dólares a última hora de la tarde, frente a los 1,2138 a que cotizaba el pasado lunes.
La contratación en el mercado continuo descendió hasta los 4.844,57 millones de euros, de los que 3.094,77 procedían de las operaciones "abiertas". Entre las operaciones institucionales volvía a destacar la "vuelta" del lavado de cupón de los títulos del Banco SCH, mientras que en el mercado "abierto" era Telefónica, con 1.454 millones de euros, el valor que llevaba la voz cantante.
Los únicos datos disponibles en el día eran los referentes al paro en la eurozona y en Estados Unidos, aunque para meses diferentes. En la eurozona el paro descendió en septiembre una décima, al igual que sucedió en Estados Unidos en octubre. El complicado ambiente de los mercados europeos impidió valorar la mejora en el empleo, mientras que en Estados Unidos fue la creación de puestos de trabajo -56.000 para unas expectativas de 100.000- la que anuló cualquier valoración positiva.
En cualquier caso, la Bolsa española parece haber encontrado en el nivel de los 10.400 puntos un soporte inesperado, aunque la inestabilidad de los dos grandes valores frena cualquier toma de decisiones.
