El PP aprovecha el debate de Presupuestos en las Cortes para criticar al Gobierno central

Las intervenciones de los integrantes del Consell que desde el jueves han comparecido ante las Cortes para explicar los presupuestos de sus respectivos departamentos han tenido un denominador común, sin duda producto de una estrategia previamente definida por el PP: la crítica al Gobierno central que preside el socialista José Luis Rodríguez Zapatero, la utilización del debate de Presupuestos como plataforma para criticar al Ejecutivo. Otro denominador bastante común ha sido la desmesurada extensión de algunas de las intervenciones y lo prolijo de las explicaciones.

Los cuatro consejeros que intervinieron el jueves en la comisión de Economía, Presupuestos y Hacienda de las Cortes para informar de las cuentas de sus departamentos y los tres que lo hicieron ayer pusieron en práctica la estrategia con referencias críticas al Ejecutivo central. Casi todos lo habían hecho intercalando en sus intervenciones alusiones a la supuesta discriminación que sufre la Comunidad Valenciana desde que en Madrid gobiernan los socialistas, a la "falta de atención" del Gobierno de Rodríguez Zapatero hacia los problemas de los valencianos, o al "castigo" que ejerce, al "bloqueo" de fondos, a su "falta de generosidad".

A la espera de lo que hagan el lunes los titulares de Empresa, Universidad y Ciencia, de Territorio y Vivienda, de Justicia y Administraciones Públicas, y de Economía, Hacienda y Empleo, el que mejor ha aplicado la estrategia hasta ahora, el más directo, ha sido el consejero de Cultura, Educación y Deporte, Alejandro Font de Mora, que ayer por la tarde inició su intervención advirtiendo de que antes de explicar sus cuentas, consideraba necesario hablar del Gobierno central. Y vaya si lo hizo. Tras aludir a la "dificultad de comunicación" que, según dijo, tiene la Generalitat con el Gobierno central, Font de Mora comentó las suyas con los ministerios de Cultura y de Educación. "En vez de ministras, son como las madrastras de Cenicienta", vino a decir el consejero.

Como quiera que la socialista Ana Noguera le había criticado por "convertir los presupuestos en un cuento de madrastras y quizá también de ogros", en su segunda intervención Font de Mora aprovechó para rematar la faena al decirle a la diputada que se lo había puesto fácil, como a Fernando VII: "Si las madrastras son las ministras, es evidente que el ogro es Zapatero".

El primero que puso en marcha la estrategia fue el vicepresidente del Consell, Víctor Campos, el jueves. Y el resto de integrantes del Gobierno que preside Francisco Camps la han seguido casi al pie de la letra, ya sea a cuenta del agua, los colegios, los hospitales, el turismo, o las políticas sociales. El único que no ha destacado en este sentido ha sido, hasta ahora, el consejero de Agricultura, Pesca y Alimentación, Juan Cotino, que ayer por la tarde sólo citó de pasada al Gobierno central.

Quizá porque Cotino protagonizó la más corta de todas las intervenciones y prefirió utilizar su tiempo de otra manera. Porque otros consejeros se han esforzado a la hora de aplicar lo que parece otra estrategia predefinida, la de aburrir y cansar al personal con largas y prolijas intervenciones. En este apartado, la palma se la lleva hasta ahora la titular de Bienestar Social, Alicia de Miguel, que ayer por la mañana empleó una hora y diez minutos para explicar las cuentas y proyectos de su departamento. Le sigue, de cerca, Font de Mora, que ayer por la tarde empleó alrededor de una hora y explicó con detalle programas, proyectos y líneas y partidas presupuestarias. Tanto, que la socialista Noguera le indicó irónicamente que había echado en falta alguna referencia a lo que piensa gastar el año que viene en la adquisición de tiza para los centros de Primaria.