José Manuel Fajardo llena de optimismo y gastronomía su novela 'A pedir de boca'
A pedir de boca (Ediciones B) cuenta la vida de un cocinero de origen asturiano y raíces comunistas en un cabaré-restaurante de París. Su autor, José Manuel Fajardo (Granada, 1957), dijo ayer en la presentación de la novela en Bilbao que entre sus referencias gastronómicas se encuentra la reivindicación del "derecho y casi la obligación de luchar por la felicidad, construir nuevos sueños y rebelarse contra los pesares que trae la vida".
Fajardo explicó que A pedir de boca supone la otra cara de su anterior novela, Una belleza convulsa, en la que un periodista secuestrado en un zulo rememora pasajes de su existencia. Cuando terminó de escribir aquella historia de miedo, odio y violencia, sintió la necesidad de escribir "sobre el lado luminoso de la vida".
Los personajes de su narración tratan de ser felices "con inteligencia", a través de las personas que les rodean y del placer. "Hay que reivindicar la felicidad en lo concreto", defendió el autor. Fajardo no oculta que ha trasladado a la obra su pasión por la gastronomía. "Las personas que podemos comer todos los días, realizamos un homenaje a la vida cada vez que nos sentamos a la mesa", añadió.
El profesor Jon Kortazar aseguró que la obra demuestra la capacidad de dominar el lenguaje de Fajardo, pero con "la tendencia al barroquismo atemperada". La gastronomía permite comunicar una "metáfora de la impronta multicultural", agregó. "El libro crea con ingredientes de diferentes lugares una nueva cocina social, una nueva sociedad. Es una mirada sobre un París multicultural. Es la metáfora de la vida", resumió. En el tono optimista que reclama su autor, la novela acaba planteando que "no hay enemigos para siempre".
Junto a la gastronomía, la música cuenta con su espacio en la obra. Fajardo escribió la letra de un bolero que suena en la historia y que figura con su partitura completa, compuesta por un amigo del autor, al final del volumen. La canción se ha interpretado en la realidad en el cabaré parisino que inspiró a Fajardo para inventar su escenario.
