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La Asamblea de Madrid rechaza que el Estatuto defina a Cataluña como nación

Aguirre le exige a Simancas que diga lo que piensa sobre la propuesta de reforma

La Asamblea aprobó ayer una resolución que insta al Gobierno de España a "recuperar el consenso constitucional", en referencia a la tramitación en el Congreso del Estatuto de Cataluña. En la resolución, aprobada por 57 votos a favor (los del PP) y 52 votos en contra (del PSOE e IU), el Parlamento regional manifiesta su "rechazo" a la "definición de Cataluña como nación". El líder del PSOE, Rafael Simancas, acusó al PP de querer desgastar al Gobierno central con estos debates, pero terminó reconociendo, entre los aplausos de los populares, que "hay una nación, que es España".

La Asamblea de Madrid, gracias a la mayoría absoluta del PP, rechazó el "cercenamiento unilateral a las competencias que la Constitución española atribuye al Estado" e instó al Gobierno de José Luis Rodríguez Zapatero a que "todas las decisiones que pretendan cambiar la Constitución y los Estatutos de Autonomía se hagan de forma consensuada". Por su parte, los grupos parlamentarios socialista y de IU presentaron sus propias propuestas de resolución, ambas derrotadas, y cada uno de ellos se abstuvo en la votación de la del otro.

El portavoz del PSOE en la Asamblea, Rafael Simancas, aseveró durante su intervención que la presidenta, Esperanza Aguirre, y el Gobierno que ésta encabeza "comportan más riesgos para algunos derechos constitucionales" en la región, como los de educación, vivienda, sanidad "e incluso" la libertad de expresión, que "cien estatutos de Cataluña y que cien Carods Rovira".

Simancas mantuvo que Aguirre y el PP han "jugado a dividir Cataluña con Madrid y con el resto de España" y les instó a dar satisfacción a "las expectativas de la sociedad catalana, que son legítimas". "Démosles razón y apoyo siempre que se cumplan los principios de cohesión, unidad e igualdad de todos los españoles", dijo.

Simancas, contra el boicoteo

No obstante, Simancas se mostró en desacuerdo con que Cataluña se califique como nación en el Estatuto y que éste defina a España "como una nación de naciones o Estado plurinacional". El líder socialista argumentó que "hay una nación, que es España, que se articula territorialmente en nacionalidades y regiones, como establece la Constitución y defiende mi partido". "Ahora bien, entre reformar el texto adecuando aquella fórmula al artículo 2 de la Constitución y dar un portazo al 90% de los catalanes, apuesto por la primera opción", matizó el líder socialista. Éste se opuso, además, a que este debate derive en un "boicoteo a los productos catalanes" y a que se aproveche para "proclamar la ruptura de España y el fin de la raza ibérica".

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Por su parte, Aguirre le pidió que se una a las tesis del PP "y de la inmensa mayoría de los votantes socialistas" pues, según dijo, "se lo van a agradecer y al final le van a considerar el único que se ha atrevido a anteponer sus principios al oportunismo político de otros líderes de su partido".

Aguirre le espetó: "Usted ha sido quien mejor ha sabido expresar lo esencial de mi pensamiento político de este asunto, capital en España, y que se refiere a las presiones de los nacionalistas", y lamentó que el destino le haya jugado "una mala pasada", de forma que "se ha encontrado con que su partido y su líder máximo [José Luis Rodríguez Zapatero] son los que encabezan las reivindicaciones de nacionalistas".

Simancas la acusó entonces de "degradar" y "manipular" la Asamblea regional para albergar "un debate equivocado de lugar y de tiempo", advirtiendo que a una institución parlamentaria autonómica no le compete "enmendar la plana a las Cortes Generales a la hora de cumplir con sus funciones constitucionales".

El líder socialista opinó que lo que en realidad pretende la presidenta regional es "evitar debatir sobre temas que de verdad interesan a la ciudadanía", como las listas de espera, la vivienda o la sanidad pública, y "desgastar" al Gobierno de la nación. Por eso, se preguntó si el próximo pleno monográfico que propondrá el Partido Popular versará sobre "las perspectivas de la poligamia y zoofilia o sobre la vigencia del carlismo".

El portavoz parlamentario socialista consideró que si el PP desea mejorar el texto de reforma del Estatuto catalán, debe presentar sus enmiendas en el Congreso de los Diputados, "y lo demás es enredar", recalcó Simancas, quien acusó al PP de tener una "actitud alarmista", y a Aguirre, de presidir no un Gobierno, sino "un pelotón de asalto al Ejecutivo de España, y ni en eso es usted eficaz".

Aguirre le preguntó entonces si Simancas "iba a cuadrar el círculo", manteniendo "lo dicho, escrito y defendido" sobre sus críticas a los nacionalismos y la defensa de la Constitución y, al mismo tiempo, "tener que defender al secretario general de su partido y al presidente del Gobierno, que se ha puesto a la cabeza de la procesión de nacionalistas más radicales del brazo de Carod Rovira".

Instó igualmente al diputado socialista a "ser valiente de una vez y decir lo que piensa" de la propuesta de reforma estatutaria catalana, así como a "encabezar fuera y dentro de su partido una contestación política a Carod Rovira, que es insaciable y no va a parar hasta conseguir la separación de España".

"El único líder que puede hacerlo es usted", dijo Aguirre, quien consideró que "en cambio, lo que va a hacer es decir digo donde dijo Diego" aun cuando "las hemerotecas son implacables".

Por su parte, el portavoz de Izquierda Unida, Fernando Marín, defendió "el reconocimiento constitucional del carácter plurinacional de España" que se deriva del Estatuto de Cataluña, constituye "un avance democrático que sólo irrita a quienes pretenden petrificar la Constitución desde el radicalismo nacionalista y desde un rancio nacionalismo español".

Aguirre le replicó que, aunque en la Asamblea se declarase que España es republicana y federal, esta decisión "no sería democrática". "Porque no estamos capacitados para cambiar la forma de Estado", concluyó.

IU: "Hagan caso a Manuel Fraga"

La portavoz adjunta del PSOE, Ruth Porta, afirmó que "en privado algunos dirigentes del PP admiten que sólo tienen posibilidad de ganar las elecciones si esto [la reforma del Estatuto catalán] le estalla en las manos al Gobierno de Zapatero y que están dispuestos a arramplar con lo que haga falta para que ocurra, incluida la convivencia de los españoles".

Porta, que reclamó al PP que "vuelva al centrismo y abandone la extrema derecha", se mostró convencida de que hay representantes de ese partido que "quieren que esto se solucione con un acuerdo".

Por su parte, Juan Soler, portavoz adjunto del PP, insistió en que el texto aprobado por el Parlamento catalán "no sólo atenta a la Constitución, sino que es insolidario".

Soler replicó a Porta que el PP es el partido "heredero de lo mejor de AP y de UCD" y se preguntó "cómo va a congeniar el PSOE lo que piensan Bono, Ibarra y el alcalde de A Coruña con lo que piensa Carod-Rovira".

Y añadió: el Estatuto "nace viciado, está plagado de inconstitucionalidades y constituye una bomba legislativa, tal y como piensan la inmensa mayoría de los madrileños". A su juicio, el PSOE tendrá que tener "una habilidad cercana a la magia" para compatibilizar las diversas opiniones internas.

El portavoz adjunto de IU, Jorge García, reivindicó el "derecho de las comunidades a reformar sus estatutos" y aseveró, en alusión al PP, que España no necesita "más salvapatrias". Y concluyó: "Hagan caso a su fundador, Manuel Fraga, que dice que el proyecto es un punto de partida".

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