Desde Barajas a Guadalajara

El corredor del Henares desde Barajas hasta Guadalajara, o incluso más allá, hasta Yunquera, estuvo en el punto de mira de los especuladores inmobiliarios desde hace mucho tiempo: ya en los años sesenta, pensaron construir una ciudad lineal de casi 50 kilómetros de longitud a lo largo del valle fluvial, compraron el terreno e, incluso, iniciaron la construcción, véase la Ciudad de la Luz, en Meco. Pero la crisis energética de 1973, hasta mediados de los ochenta, retrasó el proyecto. Necesitaban ampliar el aeropuerto de Barajas como cabecera internacional, construir vías de comunicación rápidas para facilitar el uso intensivo del vehículo particular y hacer llegar el agua del Canal de Isabel II a la zona.

Ya han conseguido toda la infraestructura colectiva necesaria, y ahora está empezando el gran negocio inmobiliario alrededor de la A2 y la R2, además el AVE ha permitido prolongar el espacio especulativo hasta el valle paralelo del Tajuña. Al frente de esta operación están algunos responsables de las administraciones gobernadas por el PP.

Y como elemento destacado de entre todos ellos, el alcalde complutense que va a permitir construir en Alcalá 34.000 nuevas viviendas recalificando como zona urbana lo que hasta ahora era una ZEPA, quiere suprimir del mapa una finca agrícola dedicada a la investigación agroalimentaria y cementar y comercializar las huertas, de la Isla del Colegio, cercanas al río. Entre tanto, la ciudad carece de equipamientos públicos elementales: parques infantiles, zonas deportivas, locales culturales, recinto ferial...

Señor alcalde, la mayoría absoluta en el Ayuntamiento no justifica la comisión de cualquier desmán; usted también debería defender o, al menos, respetar, los intereses colectivos mínimos consensuados por los ciudadanos.