De la Torre reclama lealtad institucional y la oposición le acusa de obstaculizar proyectos
Bustinduy ensalza la inversión del Gobierno en Málaga "sin mirar el color del alcalde"
Las difíciles relaciones entre el Ayuntamiento de Málaga y los gobiernos central y autonómico sobre los proyectos para Málaga centraron ayer el desarrollo del debate sobre el estado de la ciudad. El alcalde, Francisco de la Torre (PP) insistió en sus habituales quejas sobre lo que considera deslealtad institucional de las demás administraciones con el consistorio y propuso un pacto por Málaga para acabar con las reticencias. La oposición reprochó al alcalde que se ha convertido en un "obstáculo" para el desarrollo de muchos proyectos y carecer de propuestas propias.
De la Torre explicó que el ayuntamiento es "la única administración territorial que es siempre imprescindible, necesaria y obligada para cualquier proyecto ciudadano" y que su voz "debe ser conocida y aceptada con naturalidad por las otras administraciones sobre una base de colaboración y lealtad institucional".
Pero lejos de ese principio, el alcalde se quejó de que la Consejería de Obras Públicas "ha invadido competencias municipales" al hacer una reserva de suelo en Soliva para viviendas públicas, o de lo que considera "ninguneo constante" al Ayuntamiento en el proyecto del metro. Citó además los casos de dos proyectos por los que ha apostado el consistorio como la Marina de Arrainjanal o un parque marítimo en Campamento Benítez que se han visto "frenados" por la Junta y el Gobierno central, y se quejó de que en ambos casos "ni nos han ofrecido ni nos han aceptado diálogo".
De la Torre propuso un pacto por el futuro de Málaga a administraciones públicas y colectivos sociales y profesionales "que sea un punto de encuentro en el que desaparezcan las reticencias y en el que prime la lealtad institucional".
La portavoz del PSOE, Marisa Bustinduy, acusó al alcalde de sentirse "celoso del protagonismo de otras administraciones" en algunos proyectos para la ciudad, a los que pone "pegas". "Consigue enredar, dilatar y aburrir cualquier proyecto, sumido en un mar de dudas y encaramado en su única certeza: la alcaldía, su tesoro". "Usted tiene una pega para cada solución", agregó. Bustinduy dedicó su discurso a resaltar el gran esfuerzo inversor del Gobierno central y de la Junta en proyectos de infraestructuras esenciales para la ciudad, a los que dijo que los gobiernos de Aznar no destinaron ningún dinero. "Los socialistas malagueños hemos empeñado nuestro crédito ante el Gobierno central y el autonómico y lo hemos hecho sin mirar quien gobierna la ciudad, ni el color político del alcalde".
La portavoz socialista reclamó al alcalde la colaboración y lealtad institucional que éste exige a las demás administraciones y propuso acordar "una agenda común para impulsar los proyectos que configuran el futuro y el presente de Málaga".
Más pegada a la gestión ordinaria del consistorio, la portavoz de IU, Isabel Martínez, en un discurso muy crítico también consideró al alcalde un "obstáculo" para muchos proyectos de la ciudad. "Representa un proyecto agotado, es usted hoy por hoy un alcalde sin ideas, y encabeza un grupo municipal sin iniciativas, sumido en una crisis permanente lo que nos hace presagiar que tenga serias dificultades para agotar la legislatura y todo ello camuflado con continuos enfrentamientos y broncas con otras administraciones en proyectos como el metro, el plan del puerto, o Campamento Benítez", expuso.
Martínez dijo que el último año de gestión de De la Torre está marcado por una "triple e", de "enchufismo, espionaje y especulación" y recordó asuntos como el caso Agüera, la contratación masiva de familiares de funcionarios en el centro de emergencias, las irregularidades en la licencia de la vivienda del ex gerente de Urbanismo, o los sumarios judiciales por la falsificación de las certificaciones de zonas verde y por presunto trato de favor a un promotor.
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