Las artes no convencionales triunfan en Periferias

El festival Periferias, que cerró ayer su sexta edición en Huesca, ha superado ampliamente sus expectativas en cuanto a interés del público y su nutrida asistencia a todas las convocatorias. El certamen ya goza de gran prestigio internacional como festival de artes no convencionales programado al más alto nivel y, además, el hecho de haberse dedicado este año al tema monográfico Agitación y propaganda ha constituido todo un éxito en cuanto a programación de un cartel completo y, lo que es más importante, nada excluyente.

Periferias ha cumplido también con su tarea de conectar con la propia esencia de una ciudad con fama de librepensadora. Se ha rendido homenaje a dos personajes puntales en la personalidad intelectual de Huesca: el escultor Ramón Acín y el escritor Ramón J. Sender.

Acín, artista anarquista, tras tocarle la lotería, en 1932, financió a Luis Buñuel para su película sobre Las Hurdes. Fusilado por los sublevados pocos días después del levantamiento de 1936, Acín creó una escultura con dos pajaritas de papel que, instaladas en el parque Miguel Servet de la ciudad, sobrevivieron al franquismo y se han convertido en uno de los símbolos de la ciudad. A tal efecto, un grupo de artistas plásticos ha presentado proyectos para completar el grupo escultórico.

Ramón J. Sender ha sido recordado a través de las palabras de Antonio Elorza en su conferencia sobre Las militancias rotas y de la presencia de su nieto Jonny Sender, personalidad reconocida en el mundo de la vanguardia musical neoyorquina, quien ofició junto a su grupo The House of Voodoo, interpretando canciones de su padre, también artista en el San Francisco de la era hippy. Sender nieto ofreció también una actuación como dj.

En el ámbito de la música, cabe distinguir el concierto que el californiano Antony and The Johnsons ofreció para más de mil personas que agotaron las localidades. La música romántica de este personaje recién llegado a la popularidad y de voz extremadamente carismática mantuvo en vilo a un público entregado a sus delicadas melodías. También el veterano Paco Ibáñez ofreció una convincente actuación repasando sus recreaciones musicadas de la poesía de otros. El ambiente, como alguien lo calificó, era "en blanco y negro" a los sones de A galopar. El color y el misterio lo pondría acto seguido el cantaor Enrique Morente con un impactante espectáculo flamenco que a nadie dejó insatisfecho.

También se pudo disfrutar de la obra de Mark Stuart and The Mafia, veterano del underground neoyorquino con su funk combativo y radical, y acompañado de músicos que prestaron sus servicios en bandas como Living Colour y SugarHill Gang. Del mismo modo, el ex Minuteman Mike Watt también obtuvo un convincente éxito con su hardcore de garage con sabor a años sesenta.

Con performances por la mañana a lo largo de la ciudad, exposiciones de arte de vanguardia -y no tanto, como probó la muestra sobre una exposición de pegatinas de la transición- y encendidos debates vespertinos, la música del interesantísimo Pascal Comelade y la del homenaje que al legendario músico británico de izquierdas Robert Wyatt iban a dar un grupo de sus ex músicos colaboradores, fue completándose la vida de esta edición de Periferias, calificado por casi todo el mundo como el mejor de toda su historia.