Boicot a Ben Ami

El boicot a la conferencia del ex embajador de Israel en España, Shlomo Ben Ami, en el marco de los Premis Octubre y en la Universitat de València, constituye un grave incidente que no puede banalizarse. Más allá de los argumentos que da a los extremistas proisraelíes de aquí y de fuera, tendría que aprovecharse para que los jóvenes de simbología independentista y supuestamente solidarios con Palestina que protagonizaron este hecho lamentable reflexionen si vulnerar la libertad de expresión es un medio legítimo y eficaz para defender la causa que dicen servir. La crítica al Estado de Israel y a la ocupación de Palestina -que yo he hecho públicamente y sigo haciendo- sólo tiene sentido como una reivindicación de la democracia y de los derechos humanos, y por eso ha de respetar estas reglas del juego democrático.

Si alguien quería protestar contra la política israelí, contra la figura del ex embajador o contra la organización del Congrès de Pensament, tendría que haber buscado canales que no significasen un ataque a la libertad de expresión de los otros, ni una ofensa al conferenciante invitado y al público. En este sentido, manifiesto mi solidaridad con el señor Ben Ami y con Gustau Muñoz, como responsable del citado congreso, un intelectual comprometido que no se merecía el mal rato que le hicieron pasar.