Cuiña pugna por una refundación del PP en clave galleguista

El rival histórico de Mariano Rajoy en el PP gallego, el ex secretario regional del partido Xosé Cuiña, rompió ayer un largo silencio para anunciar que presentará su candidatura a suceder en el liderazgo del partido a Manuel Fraga, de quien ejerció como número dos durante una década. Cuiña evitó la confrontación abierta con la dirección nacional del PP, pero dejó claro su propósito de "refundar en clave gallega" la organización regional.

Cuiña es el tercer dirigente del PP gallego que se postula para presidir el partido, tras el presidente de los populares de Lugo, Xosé Manuel Barreiro, y el ex consejero de Pesca Enrique López Veiga. La mayoría de los dirigentes populares da por hecho que habrá un cuarto candidato, el ex vicepresidente de la Xunta Alberto Núñez Feijoo, a quien señalan como el favorito de Rajoy. Núñez Feijoo, como los otros aspirantes, ha dedicado las últimas semanas a recabar apoyos, pero por el momento prefiere demorar el anuncio de sus intenciones. En declaraciones a Efe, Núñez Feijoo dijo ayer que ya contaba con la decisión de Cuiña, a quien prometió "respeto" durante el proceso que culminará en un congreso extraordinario, los próximos 14 y 15 de enero.

La candidatura de Cuiña, quien también fue consejero de Obras Públicas, añade más incertidumbre a la batalla sucesoria y amenaza con exacerbar el debate interno. El antiguo delfín de Fraga, forzado a abandonar la Xunta durante la crisis del Prestige, es el más conocido dirigente del sector rural del partido, históricamente enfrentado a Rajoy y que esgrime posiciones regionalistas frente a la dirección nacional.

En su presentación, Cuiña sostuvo que el PP gallego "ha perdido autonomía" en los últimos años y prometió hacer lo posible por recuperarla "para que el partido vuelva a ser alternativa de Gobierno en un plazo razonable". La "refundación" que propone supondría una recuperación de los postulados galleguistas que caracterizaron a la organización regional durante la etapa en que él ejerció de secretario bajo el liderazgo de Fraga. Dentro de su autonomía, explicó Cuiña, el PP gallego no debe descartar en el futuro alianzas con ninguna fuerza política gallega, ni siquiera con los nacionalistas del BNG. Aunque rechazó el uso del término nación referido a Galicia, se mostró partidario de reformar el Estatuto de Autonomía, "siempre dentro del marco constitucional".

No abandonará el PP

Cuiña aseguró que no abandonará el partido aunque pierda el congreso, como insinuó hace unos días Fraga, de quien se ha distanciado en los dos últimos años. "Eso está fuera de lugar. Estoy mentalizado para ser presidente o para continuar como militante de base", proclamó. Admitió su amistad personal y su sintonía política con otro de los candidatos, Xosé Manuel Barreiro, pero descartó cualquier pacto con él previo al congreso. Barreiro, ex vicepresidente segundo de la Xunta, se presenta como una tercera vía entre el sector rural y los afines a Rajoy. También se proclama galleguista, pero sus relaciones con la dirección nacional del partido no son tirantes.

En las últimas semanas, el PP gallego vive en un estado de agitación por los intensos contactos en busca de apoyos para la elección de los compromisarios al congreso, que se celebrará a finales de noviembre. Núñez Feijoo cuenta con el apoyo del sector mayoritario en A Coruña y Pontevedra, las dos circunscripciones con más militantes, mientras que Barreiro tiene garantizado el respaldo de Lugo, y Cuiña, el de Ourense. Según la opinión mayoritaria en el partido, el aspirante con menos posibilidades es el ex consejero de Pesca Enrique López Veiga, muy enfrentado a la facción ruralista.