Un informe de la Diputación vizcaína rechaza el parque eólico de Ordunte

Un informe oficial de la Diputación de Vizcaya rechaza la construcción del parque eólico de Ordunte con el argumento de que supondría la "destrucción" del ecosistema de esta zona, además de comportar un "impacto alto sobre la calidad de los paisajes rurales". El documento fue firmado por el hasta hace poco jefe del servicio de Montes, Eduardo Aguirre, quien ha sido destituido por sus discrepancias sobre este asunto y otros con el diputado de Agricultura, Eusebio Larrazabal.

El informe expone la postura de la Dirección de Montes de Vizcaya sobre las repercusiones del parque de Ordunte, la quinta instalación eólica en Euskadi después de las abiertas en Elgea y Urkilla (Álava), y Oiz (Vizcaya) y la de Badaia, en obras. Sin embargo, la Diputación vizcaína ha remitido otro documento al Gobierno vasco en el que minimiza las afecciones.

Este asunto ha abierto enfrentamientos entre el grupo juntero del PNV, cuya mayoría de miembros se opone al parque, según medios forales, y el diputado de Agricultura. El propio diputado general, José Luis Bilbao, ha anunciado una comparecencia pública para hoy en la que precisará la postura de la Diputación sobre el proyecto.La Diputación ya mostró sus reticencias al parque de Ordunte el pasado año, cuando se abrió el primer periodo de alegaciones. Entonces reclamó la elaboración de cinco informes independientes, realizados por catedráticos de la Universidad del País Vasco, sobre la afección a las aves, las variaciones de humedad del suelo, la construcción de viales, la incidencia de éstos en el suelo y una comparación del valor paisajístico actual y el futuro con la presencia de los molinos. La Diputación agregaba que existían afecciones para una veintena de especies vegetales raras, además de vulnerar dos directivas europeas. "Es, con el Gorbea, el único espacio salvaje que nos queda en Vizcaya", aseguró entonces a este diario el jefe de Montes ahora destituido.

Esta postura, que se unió al rechazo de medio centenar de entidades y colectivos, resultó determinante para que la promotora del parque, Eólicas de Euskadi (participada al 50% por la eléctrica Iberdrola y el Gobierno) paralizase el proyecto en enero hasta disponer de más estudios. En julio, presentó el nuevo plan, en el que eliminaba cinco de los 57 aerogeneradores, y se abrió un nuevo periodo de alegaciones.

El informe del ex jefe de Montes de Vizcaya analiza, a lo largo de una quincena de folios, un proyecto que "podría alterar el hábitat actual en todos y cada uno de los aspectos que ahora son factores positivos para la avifauna". Así, entre otras afecciones, detalla que incrementaría los riesgos de colisión con aves, "serían más frecuentes los envenenamientos por derrames de aceites y desechos" generados por el funcionamiento del parque y se obstaculizaría el vuelo de aves "cuando no pudiera suponer además el final de su vuelo migratorio". El informe aprecia deficiencias en los estudios aportados por la promotora al no definir los radios de exclusión para las especies amenazadas o el comportamiento de las aves migratorias.

Asegura que el proyecto "es tanto más grave" porque la zona se encuentra incluida en la Red Natura 2000, incumple "con claridad meridiana" una directiva europea y afecta a 20 especies protegidas.

El informe concluye que la construcción del parque "alteraría este ecosistema pequeño de forma notoria llevándolo poco a poco a su destrucción", por lo que "informa negativamente".

Este documento no ha sido trasladado al Gobierno, sino que la Diputación tramitó otro texto, mucho más esquemático, en el que asegura que no se dispone de datos suficientes para valorarlo y deja en manos del Ejecutivo la decisión sobre el proyecto.