Soares lanza su campaña a la presidencia de Portugal
A sus 80 años, Mario Soares arrancó ayer pletórico su campaña electoral para las elecciones presidenciales portuguesas del mes de enero. El candidato del Partido Socialista presentó en el Hotel Ritz de Lisboa su manifiesto electoral en un mitin-conferencia de prensa en el que le arroparon 500 espontáneos y los 31 miembros de su Comisión Política.
Soares prometió ser un presidente semi presidencialista, sin anhelos ni poderes ejecutivos; un presidente "escuchador, moderador, patriota, flexible, pedagógico, realista y movilizador", capaz de contribuir a que el país tenga lo que, a su juicio, le hace falta: estabilidad institucional, solidaridad, desarrollo sostenible, más igualdad entre pobres y ricos y hombres y mujeres... En definitiva, un Portugal "moderno, desarrollado, justo, más igualitario y más confiado en su futuro", dijo.
Durante 20 minutos, de pie ante un moderno atril de metacrilato y protegido por una gigantesca bandera portuguesa y un cartel con el lema "Por la misma razón de siempre: ¡Portugal!", el ex primer ministro y ex jefe del Estado desgranó sus objetivos ante la calma sonriente de su esposa, que fue quizá la única que no aplaudió un discurso clásico de la izquierda democrática, aderezado con el apoyo explícito al rigor presupuestario del Gobierno Sócrates, algunos toques europeístas, frecuentes guiños nacionalistas y apelaciones al sacrificio y la concertación social como vías para superar la crisis.
"Republicano y laico"
Soares, que se definió "como socialista, republicano y laico", justificó su candidatura en dos grandes ideas: su "gran experiencia política, permanentemente actualizada" y el "surgimiento de cierto mesianismo revanchista de la derecha" una derecha de la que nacen, dijo, "voces que reclaman abiertamente la subversión del régimen constitucional" del 25 de abril. "Ese régimen no está agotado", afirmó el fundador del PS, "pero debe ser perfeccionado".
Tras la lectura del manifiesto, Soares respondió a una decena de preguntas. Zorruno unas veces, irónico otras, prometió que hará una campaña muy activa, llena de encuentros con ciudadanos de todos los sectores: "Tengo un lazo afectivo con los portugueses. Iré sozinho (solo) con mi chófer por todo el país. Y no haré grandes discursos en mítines, sino discusiones y debates, especialmente con los jóvenes que no conocen suficientemente mi pasado".
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